Qué se sabe acerca de la estrategia de Israel de permitir el contagio masivo en su población

Aunque ha sido una propuesta planteada por algunos miembros del gobierno, no convence a los expertos


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¿Qué se ha dicho?

Israel quiere iniciar una nueva estrategia de gestión de la pandemia basada en el “contagio masivo” de su población, muy similar al modelo sueco que se aplicó al inicio de la pandemia.

¿Qué sabemos?

No se trata de una decisión que haya tomado oficialmente el gobierno israelí, sino una estrategia planteada por algunos dirigentes —entre ellos el propio primer ministro— para abordar la pandemia en un contexto de mayor transmisibilidad del virus. También han surgido voces en contra de esta idea.

Nos habéis preguntado a través de nuestro buzón de consultas de Instagram si es verdad que Israel plantea un contagio masivo entre su población. Diversos medios de comunicación españoles han publicado informaciones al respecto, asegurando que algunos dirigentes políticos plantean esta estrategia debido al aumento repentino de casos en la última oleada en todo el mundo por la variante ómicron. El gobierno israelí no ha comunicado de forma oficial que esta sea su estrategia, sino que varios miembros de ese Ejecutivo, incluído el primer ministro, han planteado que podría ser una opción eficaz para abordar la pandemia en un contexto de mayor transmisibilidad del virus teniendo en cuenta que un elevado porcentaje de población está vacunado. Te lo explicamos. 

El país cuenta con un 70% de su población diana —aquella para la que está indicada la vacuna— con dos dosis y el 45% ya ha recibido también una de refuerzo, según el Ministerio de Salud israelí. Además, junto a Estados Unidos, Israel ha sido uno de los primeros países del mundo en autorizar la vacunación en niños de entre 5 y 11 años, y ahora también ha sido el primero en comenzar a administrar una cuarta dosis a mayores de 60. 

Junto a todas estas iniciativas relativas a la vacunación contra la covid-19, el gobierno está valorando otras estrategias para abordar la pandemia. Una de ellas es la que los medios han bautizado como “contagio masivo” pero, ¿en qué consiste exactamente?

Declaraciones sacadas de contexto

Todo comenzó a finales de 2021, cuando el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, afirmó en una entrevista en una radio nacional que el país estaba al borde de una "tormenta de infecciones cuya magnitud aún no hemos visto", advirtiendo de que "mucha gente se va a infectar" con la variante ómicron sin que pueda hacerse nada por impedirlo. 

Durante esta conversación, el dirigente político admitió que no pensaba llevar a cabo medidas de restricción para reducir los contagios, como que si un vacunado está expuesto a un paciente positivo, no se les pedirá aislarse. En aquel momento, los casos comenzaban a dispararse en todo el mundo, llegando a haber en Israel casi 3.000 nuevos positivos diarios. 

Pocos días después, el 2 de enero de 2022, el mismo Bennett dio una rueda de prensa en la alertaba de la posibilidad de que los números de infección diarios alcanzaran los 50.000 casos, lo cual haría incontrolable la pandemia e inútil tomar medidas al respecto. Aunque de momento es una cifra que Israel no ha alcanzado, el 11 de enero registró su máximo histórico con 37.887 nuevos casos en un solo día, según la OMS. Esta misma organización calcula que en las próximas 6-8 semanas más del 50% de la población europea se contagiará con la variante ómicron. 

Estrategia similar a la de Suecia 

A partir de aquella rueda de prensa, algunos responsables políticos como el director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, estimaron que si el ritmo de contagios seguía aumentando de forma tan exponencial, Israel podría alcanzar la inmunidad de grupo —la protección contra una enfermedad infecciosa cuando una población consigue la inmunidad o bien a través de la vacunación o bien a consecuencia de una infección previa—.

Conseguir la inmunidad de grupo a través del contagio masivo fue un objetivo que también se propuso Suecia al principio de la pandemia. En su caso, los dirigentes suecos decidieron no imponer restricciones y realizar vida normal, pero después de meses de aumento descontrolado de casos y un número de fallecidos muy elevado, el país se vio obligado a rectificar. 

Hoy el contexto es otro: la mayoría de la población israelí está vacunada (lo que ha provocado una caída drástica de las hospitalizaciones y muertes). Además, haber pasado la covid tampoco garantiza la inmunidad definitiva. Pero buscar la inmunidad de grupo por la vía de los contagios masivos no es una estrategia con resultados probados.

No todo el mundo está de acuerdo

Desde el anuncio del primer ministro han surgido algunas voces contrarias a esta estrategia, como la del jefe del grupo de trabajo sobre coronavirus del Ministerio de Salud en Israel, Salman Zarka, quien en una entrevista negó que la nueva estrategia del gobierno fuera a ser la de perseguir la inmunidad de grupo a través del contacto masivo: "No tenemos una política de infección masiva”, subrayó, insistiendo en que las iniciativas que persiguen la inmunidad de grupo “no tienen base científica”. 

El ministro de Salud israelí, Nitzan Horowitz, también criticó las declaraciones del primer ministro sobre los 50.000 casos diarios que había estimado: “Quiero que las cosas se calmen […] Comprendemos que la infección se está expandiendo, pero no hay motivos para infundir miedo entre el público y no hay necesidad de entrar en pánico”. 

Lo que sí está haciendo el país es relajar algunas medidas de control del virus. Hace unas semanas, las autoridades israelíes levantaban de nuevo la prohibición de viajar a todos los países, o sea, los eliminaba de la lista roja, y acabó también con las restricciones para las clases presenciales en las escuelas.