Que los registros de precipitación en España se hayan mantenido durante 40 años no significa que no exista el cambio climático

Durante la emisión del programa Horizonte, de Iker Jiménez, se han vertido mensajes engañosos sobre la sequía en España


Horizonte (Cuatro)

¿Qué se ha dicho?

Que según los registros de precipitaciones de los últimos 42 años, la precipitación media en España se mantiene estable y es algo que contradice a lo que dice la teoría dominante del cambio climático.

¿Qué sabemos?

Sí, los registros de precipitación en España son similares a los que presenta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el volumen de lluvias no ha variado significativamente en los últimos 42 años, pero eso no niega que el cambio climático esté modificando las tendencias de precipitaciones en el mundo.

Están circulando por ciertos pódcasts, grupos de WhatsApp y programas de televisión mensajes que ponen en duda la sequía en España. Un ejemplo fue la emisión del pasado 27 de abril (minuto 01:29:30) de Horizonte, de Iker Jiménez (Cuatro), en la cual un colaborador del programa mostró un gráfico que sugiere que la tendencia de lluvias de los últimos 22 años es similar a la que se registró entre 1980 y 2001 y que, por tanto, la sequía no es tan excepcional como aseguran los expertos. 

Es ENGAÑOSO. Los registros de precipitación en España son similares a los que presenta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el volumen de lluvias no ha variado significativamente en los últimos 42 años, pero eso no niega que el cambio climático esté modificando las tendencias de precipitaciones en el mundo. 

La precipitación media en España se mantiene estable y es algo que contradice a lo que dice la teoría dominante del cambio climático

Para apoyar su declaración, la persona aporta una visualización del registro de precipitación peninsular en dos tramos distintos —desde 1980 a 2001, y de 2001 a 2022—, señalando que, durante todo ese tiempo “las medias de precipitación son iguales”, algo que, según uno de los invitados, “contradice a lo que dice la teoría dominante del cambio climático, según la cual iríamos a un escenario de sequía de aridez creciente y falta de agua”. 

Aunque los datos son reales, este análisis no contradice “en absoluto” las predicciones hechas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre un aumento de sequías en ciertas zonas de la península Ibérica, asevera Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA) y director del Laboratorio de Climatología del mismo centro. Lo que ocurre, sostiene el investigador, no es tanto que llueva menos que antes, sino que se tienden a registrar “sequías más cortas en duración —1 o 2 años, frente a los 4-5 años de las grandes sequías del siglo XIX y XX— pero muy intensas, que ponen en jaque los sistemas de abastecimiento de agua”. El aumento de temperaturas es precisamente uno de los intensificadores de las sequías, pues “aumenta la evaporación y, por tanto, agrava las condiciones ambientales de sequedad y provoca deterioro de ecosistemas y aumento de aridez”, concluye el experto. 

Las cifras en las que se basa el colaborador de Horizonte para realizar la gráfica supuestamente están sacadas del registro de precipitaciones de la Aemet, aunque los datos de cada año no se encuentran todos en el mismo documento. Las precipitaciones medias anuales en milímetros desde 1980 hasta el 2018 aparecen reflejadas en la Nota Técnica 32 sobre el Comportamiento de las precipitaciones en España y periodos de sequía (periodo 1961-2018), publicada en 2020. Los registros correspondientes a los años 2019, 2020, 2021 y 2022 pueden encontrarse en el directorio de los resúmenes climatológicos de la web meteorológica. 

Las medias de los periodos mostradas en el programa difieren ligeramente de las cifras obtenidas por Verificat en el análisis de los datos de Aemet, aunque la tendencia es similar.

Gracias a un mapa del Instituto Geográfico Nacional (IGN) con los valores de lluvia aproximados registrados por provincias, en el que se observa que las precipitaciones se distribuyen de manera irregular. En cualquier caso, que la precipitación media registrada en los últimos 40 años no haya variado de forma destacada no significa que nos encontramos en un “escenario engañoso” respecto a la sequía, tal y como señala el programa. 

La cautela del IPCC

En general, los informes del IPCC, o Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, la entidad científica líder en la evaluación del cambio climático, son cautos a la hora de indicar si las presentes sequías tienen una vinculación directa con el cambio climático. Según un informe de 2020, la frecuencia e intensidad de las sequías ha aumentado en algunas regiones (incluidos el Mediterráneo, Asia occidental, muchas partes de América del Sur, gran parte de África y Asia nororiental), pero le dan un nivel de confianza medio, es decir, que la probabilidad de que haya ocurrido en todas estas regiones es de algo más del 50%. 

“La sequía es un fenómeno complejo”, reza uno de los informes del IPCC sobre el tema, algo que todos los expertos consultados también insisten en señalar: el cambio climático no implica necesariamente en todos los casos ni en todas las regiones que haya menos agua disponible, tal y como indicaba el colaborador en Horizonte, sino la alteración de los ciclos hidrológicos. O sea, no se trata tanto de que deje permanentemente de llover, sino de que lo haga de una forma distinta a la que lo ha hecho siempre en España. 

Por eso, para Julio Berbel, catedrático del departamento de Economía, Sociología y Política Agrarias de la Universidad de Córdoba (UCO) y miembro del comité de expertos de la sequía de la Junta de Andalucía, mostrar la evidencia de lluvia media caída en España “es confuso” puesto que, tal y como indicaba anteriormente Olcina, los registros de agua totales varían según la región a observar. “En algunas zonas (Júcar, cabecera Tajo, Segura) parece que llueve menos los últimos 40 años comparados con los 40 anteriores, pero en otras cuencas, como atlánticas, andaluzas o del Guadalquivir, la media no cambia, aunque sí la variabilidad —una mayor frecuencia, pero sin una fecha ni periodicidad fijas— que se hace mayor en los últimos 40 años”, indica el experto.

De hecho, Olcina sostiene algo que también se comenta durante la emisión del programa, y es que en la historia climática de España ya “hemos pasado por sequías mucho más intensas que la actual, en otros contextos climáticos no alterados por la mano del ser humano”. El problema, explica Olcina, es que el cambio climático es un “incentivador de procesos atmosféricos: una atmósfera más cálida es una atmósfera que mueve de forma más acelerada las masas de aire y los sistemas de presión que las acompañan. Por eso los cambios de tiempo son más bruscos cada vez”. 

En otras palabras, el clima en España “tiende a ser más "extremado": más cálido, con lluvias más irregulares y con extremos atmosféricos (DANAs, periodos secos intensos, olas de calor) más frecuentes”, concluye. 

Sequía hidrológica y meteorológica

Sea como fuere, no estamos ante un escenario “engañoso” respecto a la sequía. “Definir si estamos o no en sequía se hace de manera objetiva” explica Berbel. En el caso del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), se hace en función de dos indicadores, el que indica la sequía prolongada —se produce directamente por la falta de precipitaciones— y la escasez —también conocida como sequía hidrológica, está relacionada con los posibles problemas de atención de las demandas—. 

Según el primer indicador, que solo tiene en cuenta las precipitaciones, Catalunya y ciertas zonas de Andalucía llevan al menos 6 meses de sequía prolongada, aunque según los datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que además de las lluvias monitorizan las temperaturas, la sequía meteorológica se lleva alargando al menos 24 meses.

La valoración de un experto que cuestiona el consenso científico

El supuesto experto del programa que sostiene que la supuesta ausencia de sequía “contradice a lo que dice la teoría dominante del cambio climático, según la cual iríamos a un escenario de sequía de aridez creciente y falta de agua” es Javier del Valle, doctor en Geografía por la Universidad de Zaragoza (Unizar), quien ha publicado recientemente un libro junto a Alfonso Tarancón, catedrático de Física Teórica de la misma universidad, en el que describen el actual cambio climático como una “teoría” que mantienen grupos que “propugnan medidas extremas”

Sin embargo, el consenso científico sobre el origen antropogénico del cambio climático es un debate superado desde hace años dentro de la comunidad científica, aunque se siga cuestionando en otros espacios como el político o el mediático, tanto en España como en otros países.

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