No hay evidencia científica de que el cannabis pueda prevenir la infección de covid

Un estudio en cultivos celulares sobre cannabis y covid-19 se ha hecho viral, dando lugar a titulares engañosos


¿Qué se ha dicho?

Diversos artículos publicados en medios generalistas hablan de que el cannabis puede prevenir la infección por covid-19.

¿Qué sabemos?

Lo que se ha descubierto en realidad es que ciertos cannabinoides, unas sustancias químicas presentes en la planta del cannabis, pueden prevenir la entrada del SARS-CoV-2 en la célula, que es el primer paso en el proceso de infección, pero se trata de un ensayo pre-clínico, es decir, hecho sobre cultivos celulares, y no sobre humanos, por lo que realmente se desconoce si a nivel humano este bloqueo tendría realmente lugar.

Internet se ha llenado de artículos y mensajes virales que hablan de un estudio que supuestamente ha demostrado que el cannabis podría ayudar a prevenir infecciones de covid-19. Sin embargo, el contenido es ENGAÑOSO: lo que se ha descubierto, a través de ensayos pre-clínicos, es que ciertas sustancias químicas presentes en el cannabis pueden evitar la entrada del virus en células humanas. Que sean pre-clínicos significa que las investigaciones se han hecho en laboratorio y sobre células, no sobre humanos, por lo que aún queda mucho camino por delante para ver si los hallazgos pueden ser replicables en el mundo real, y de qué manera.

Científicos: el cannabis puede prevenir la infección por COVID-19

Los titulares engañosos que se pierden los matices de los estudios científicos son una fuente habitual de desinformación. El caso del cannabis y la posible reducción de infecciones por covid-19 es un ejemplo: algunos medios han indicado en sus titulares que “el cannabis puede prevenir la infección por covid-19”, pero lo cierto es que lo que los científicos han observado en sus estudios, a través de una técnica conocida como espectrometría de masas de selección de afinidad, que ciertos compuestos químicos —el ácido cannabigerólico (CBGA), el ácido cannabidiolico (CBDA), y el ácido tetrahidrocannabinólico (THCA)— “se unen a la proteína de la espícula del SARS-CoV-2”, y que los dos primeros “pueden prevenir la entrada en la célula, que es el primer paso en el proceso de infección”, tal y como resume a Verificat Richard B. van Breemen, profesor de Ciencias Farmacéuticas en la Universidad Estatal de Oregón (EE UU), y líder de este estudio publicado en Journal of Natural Products que se ha hecho viral.

La cuestión es que se trata de un ensayo que, tal y como señala a Verificat Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidente del Observatorio Español del Cannabis Medicinal (OECDM),“usa células en cultivo, no modelos in vitro”, es decir, que entra dentro de la categoría de lo que la ciencia entiende como estudio pre-clínico. 

Este tipo de interpretación de un estudio pre-clínico ya se ha empleado para dar la idea falsa de que compuestos como la povidona yodada, empleada en la fabricación del Betadine, son eficaces en la prevención de la covid-19. En ese caso concreto, del que hablamos en este artículo, la povidona yodada había resultado ser efectiva contra coronavirus en estudios de laboratorio, pero no al ser consumida directamente por humanos. Por eso, algunas personas infirieron que esto podría pasar igualmente en el mundo real, pero de momento la evidencia científica no concluye lo mismo.

En medicina, este tipo de estudios son el primer paso para comenzar a desarrollar un medicamento en humanos. “Sirve sobre todo para demostrar la falta de efectos adversos, mientras que es en la fase clínica (que ya se realiza en humanos) cuando se enfatiza en probar la eficacia terapéutica”, aclara la Fundación Genoma España en su guía de desarrollos preclínicos.

De hecho, el mismo van Breemen insiste en que aunque la investigación “establece un mecanismo de acción mediante el cual los ácidos cannabinoides pueden prevenir la entrada celular del SARS-CoV-2 que causa la covid-19, aún se necesitan estudios clínicos para establecer la eficacia, y determinar la dosis óptima y la forma de administración”. 

Pastillas de cannabinoides

Que el titular sea que “el cannabis puede prevenir la infección por covid-19” a muchos les ha hecho preguntarse si fumar un cigarro de marihuana puede tener algún efecto en evitar la enfermedad, pero nada más lejos de la realidad. Ya lo explica el propio líder del estudio en un correo electrónico: “Los ácidos cannabinoides son sensibles al calor y pueden descomponerse si se fuman. Por lo tanto, fumar podría probablemente no ser la administración ideal”.

Por otro lado, las dosis in vitro empleadas “son muy altas y no serían alcanzables con el uso oral de estos cannabinoides”, señala a Verificat Eduardo Muñoz, profesor de Inmunología del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, y miembro de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC). Coincide con él Guzmán: “Las dosis de CBD que los investigadores añaden a las células para inhibir la infección viral son mucho mayores que las que se alcanzan en el organismo de un usuario de, por ejemplo, un aceite de CBD”. “En otras palabras”, concluye, “que el sistema experimental empleado por los autores del trabajo está ‘muy forzado’”. 

Por todas estas razones, Muñoz considera que usar esta noticia para decir que ciertos cannabinoides pueden ser efectivos en el tratamiento del covid “es completamente absurdo y sin base” y “su significado real sobre el covid-19 es mínimo y anecdótico”. Guzmán opina que el ensayo tiene “poco valor clínico”, pero “no quiere decir que en el futuro pueda ser expandido”.

Estudios pre-clínicos ≠ estudios en personas

Para que sea válida, una investigación médica tiene que seguir siempre una especie de hoja de ruta que consiste en ir de menos a más, o dicho de otro modo, de modelos celulares a animales, a finalmente modelos humanos. Es decir, un medicamento no se puede aprobar si no se han hecho en primer lugar estudios pre-clínicos y, a continuación, ensayos clínicos en fase I, II y III.

Un ejemplo es el desarrollo de las vacunas contra la covid-19, aunque en su caso, al tratarse de una situación de emergencia, han ido pasando de fase en fase a través de un sistema conocido como rolling review, que permite valorar casi en tiempo real los datos que se van generando de un medicamento “prometedor” durante una emergencia sanitaria. Hay que recordar que gracias a este sistema no se saltan fases, sino que las desarrollan al tiempo que se analizan los datos previos conforme van llegando. 

En el caso de los cannabinoides, es cierto que los resultados de los ensayos pre-clínicos pueden ser esperanzadores, pero no hay que perder de vista que son solo el primer paso de un largo proceso de investigación que puede durar años.