Las muertes cardiovasculares entre atletas profesionales no se han duplicado cada tres meses en 2021 por la vacuna

Un artículo asegura que estos eventos son una ‘advertencia’ sobre los efectos adversos de los viales, pero el dato no es cierto


¿Qué se ha dicho?

Que las vacunas de la covid–19 causan infartos repentinos en deportistas de élite y que las muertes cardiovasculares entre atletas profesionales se han duplicado cada tres meses a lo largo de 2021 por los viales.

¿Qué sabemos?

No hay evidencia científica de que las inyecciones estén causando más muertes cardiovasculares entre deportistas, aunque hacer ejercicio cuando se tiene fiebre aumenta el riesgo de sufrir eventos de este tipo.

Es difícil no haberse topado con algún vídeo en internet en el que, de repente, una persona cae desplomada al suelo mientras hace ejercicio. Al vídeo le suele acompañar un texto en el que quien lo comparte asegura que lo que tenemos ante nuestros ojos es un “evidente caso de ‘repentinitis’”, que es como llaman con cierta ironía a las personas que fallecen repentinamente mientras están llevando a cabo algún entrenamiento. Incluso el experto en farmacología Joan-Ramón Laporte mencionó estos eventos hace unas semanas durante su discurso en el Congreso de los Diputados. 

El último en sacar a colación estos supuestos accidentes ha sido un artículo que nos habéis compartido y en el que se dice que “las muertes cardiovasculares entre los atletas profesionales se duplican cada tres meses a lo largo de 2021” por las vacunas. 

Antes de que arrancara la campaña de vacunación mundial no existía tal aluvión de vídeos alertando de “repentinitis”, por lo que puede dar la sensación de que estamos asistiendo a una pandemia silenciosa en la que los problemas cardíacos derivados de la vacunación están a la orden del día. Pero los datos que da el artículo son datos FALSOS: no hay evidencia científica hasta la fecha de que las vacunas hayan hecho aumentar los casos de muertes cardiovasculares entre deportistas de élite. Lo que sí hay que tener en cuenta es que tener fiebre, ya sea por una infección viral o por haber recibido cualquier vacuna (de la covid-19 o no) aumenta el riesgo de deshidratación, lo cual puede afectar al correcto funcionamiento de los órganos del cuerpo. 

Las muertes cardiovasculares entre los atletas profesionales se duplican cada tres meses a lo largo de 2021. […] Estos futbolistas son ‘una advertencia’ sobre la vacunación.

El artículo en realidad es una síntesis en castellano de otro publicado en un medio inglés orientado a desinformar, y de cuyo contenido ya hemos hablado anteriormente por unas supuestas muertes cardiovasculares que causarían las vacunas. 

En esta ocasión, el enfoque son los supuestos fallecimientos repentinos de los deportistas por las vacunas de Pfizer. En el artículo, firmado por alguien que se identifica como “un ciudadano preocupado”, el autor señala que “las muertes cardiovasculares entre los atletas profesionales se duplican cada tres meses a lo largo de 2021”, lo que consideran “una advertencia sobre la vacunación”. Sin embargo, no hay informes oficiales que hayan detectado un aumento de muerte por problemas cardiovasculares entre los deportistas de élite. “En el Consejo Superior del Deporte hemos estado siguiendo a todos los deportistas que fueron a competir (que debían estar vacunados para ello) en las Olimpiadas de Tokio de 2020 [celebradas en realidad en 2021], y no hemos observado complicaciones”, señala a Verificat Araceli Boraita, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). “Algunos sufrieron alguna reacción, sobre todo tras la segunda dosis, del estilo de malestar general, dolores musculares, febrícula, etcétera… Pero ha durado dos o tres días y se ha resuelto", concluye.

Tampoco otras organizaciones dedicadas al seguimiento de deportistas de élite han detectado un aumento de problemas cardíacos en deportistas derivados de la vacuna. La FIFA, por ejemplo, ya explicó a Reuters que no tenía “conocimiento de un aumento en los episodios de paros cardíacos" y tampoco "se han señalado casos en relación con personas que reciben una vacuna covid”. Y añadían: “En términos generales, la FIFA está en contacto regular con los principales centros de investigación y expertos para investigar una variedad de temas médicos”.

La miocarditis en deportistas

De momento, los organismos encargados de la farmacovigilancia de las vacunas solo han encontrado dos afecciones cardíacas que pueden producir las vacunas de ARNm: la pericarditis y la miocarditis. En su momento ya explicamos que se trata de eventos adversos muy raros (entre 1 y 10 casos por cada 100.000 vacunados) que ocurren con más frecuencia en hombres jóvenes menores de 30 años, y que se dan sobre todo tras haber recibido la segunda dosis. 

En cualquier caso, los expertos consultados por Verificat anteriormente sobre este asunto indican que en la inmensa mayoría de los ya de por sí casos raros de miocarditis en jóvenes cursan de forma leve y en pocos días están curados: “Lo habitual es que el paciente se recupere pronto y sin secuelas”, señala en este artículo José Alberto García Lledó, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Otra cosa es que con la miocarditis se vea afectado también el pericardio (la capa protectora externa del corazón). En tales ocasiones, poco habituales, “el paciente tiene un dolor parecido a la angina de pecho, y en este caso, más fácil de diagnosticar, tampoco suele tener complicaciones mayores y se trata con antinflamatorios”. 

Miocarditis e infecciones

La miocarditis no es solo una afección exclusiva de las vacunas. En general, las infecciones en general pueden dar lugar a este tipo de eventos cardíacos, porque su origen está vinculado en realidad a una reacción de sistema inmunitario, que se revuelve contra el agente infeccioso de forma descontrolada dando lugar a daños en los tejidos del cuerpo (entre ellos, el miocardio). 

En otra ocasión analizamos si la miocarditis era más frecuente en infecciones de covid-19 que en pacientes vacunados y concluimos, tras hablar con expertos y analizar estudios científicos, que efectivamente, el riesgo de desarrollar miocarditis es mayor cuando te contagias de covid-19 que cuando te inoculan con una vacuna de ARNm.

Ejercicio con covid

Lo que sí han constatado los expertos es que "los casos que ha habido de complicación en el Centro de Medicina del Deporte han sido de deportistas que han sufrido la covid, independientemente de si estaban vacunados o no", tal y como resume Boraita. “Cuando uno tiene el SARS-CoV-2 o cualquier otro virus, se produce un cuadro de infección que hace que, como reactivo, tengas fiebre”. 

Existe la creencia popular, sobre todo entre atletas, de que “si tengo fiebre, es mejor sudar”, pero tanto los expertos consultados como los estudios científicos publicados insisten en que hacer ejercicio mientras uno tiene fiebre, que es uno de los efectos secundarios clásicos de la vacuna, es peligroso: “Aunque sí se puede hacer ejercicio cuando tenemos fiebre, no es lo más recomendable. La fiebre puede causar deshidratación por el aumento de calor corporal, y el ejercicio también. Por lo tanto, hacer ejercicio con fiebre es darle al cuerpo una doble dosis de posible deshidratación”, indica a Verificat César Bustos, licenciado en Ciencias del Deporte, y vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Hay que recordar que la deshidratación “puede afectar negativamente a órganos y funciones corporales, incluidos el corazón y el sistema cardiovascular”, señalan desde The Heart Foundation. “Cuando se está deshidratado, el volumen de sangre, o la cantidad de sangre que circula por su cuerpo, disminuye. Para compensar, el corazón late más rápido, aumentando su frecuencia cardíaca y su presión arterial”, concluye. 

Que la fiebre y el ejercicio son malos compañeros se sabe desde hace tiempo. Ya en el año 2000, un análisis publicado en Immunology & Cell Biology, daba buena cuenta de ello: “El ejercicio extenuante durante la infección y la fiebre en curso puede ser peligroso y siempre debe evitarse”, señalan los autores. Otro estudio de caso, algo más reciente, incide en que “la fiebre afecta la capacidad del cuerpo para regular la temperatura corporal y aumenta las pérdidas insensibles de líquidos”, y que “estos efectos se agravan si un atleta hace ejercicio en un clima cálido, y pueden ponerle en mayor riesgo de sufrir lesiones por calor (golpe de calor y agotamiento por calor) y deshidratación si hacen ejercicio con fiebre”. 

La “repentinitis” existe y no es tan rara

Todo esto sin obviar que los fallecimientos repentinos de gente joven y atlética ocurren con cierta frecuencia. Desde la fundación Cardiac Risk in the Young (CRY) señalaban que cada semana mueren en Reino Unido 12 jóvenes en forma y sanos menores de 35 años por problemas cardíacos no diagnosticados previamente. 

En 2018, antes de la pandemia, CRY publicó otros resultados de un estudio de 10 años, que concluyó que la muerte súbita cardiaca en futbolistas de élite era más común de lo que se había creído previamente. De hecho, la muerte súbita es la principal causa médica de muerte en atletas, tal y como señala este artículo en The British Medical Journal publicado en 2014. 

Lógica y búsqueda inversa: cómo verificar un vídeo en redes sociales

Por mucho que impresionen, es importante tener claro que los vídeos son documentos que pueden estar sacados de contexto o corresponder a un momento diferente al que dicen que es. 

En el caso de los vídeos de personas desmoronándose mientras realizan diversas actividades, cabe hacerse unas cuantas preguntas previas antes de hacer ningún juicio de valor, como quién ha enviado el vídeo, qué información complementaria le acompaña, dónde y cuándo fue grabado, quién es la persona afectada, si contaba con patologías previas (o no), en qué forma física se encontraba, si podemos saber si ha sido sido vacunado antes (o no), etc. para tener una panorámica más amplia de lo que realmente le ha podido pasar a la persona afectada. No es lo mismo que tuviera comorbilidades o no, no es lo mismo si la persona había sido vacunada que si no, etc. 

Estos consejos no solo valen en este caso concreto, sino que son los pasos que debemos seguir con cualquier información sospechosa, sea del tipo que sea (audio, texto, imagen, etc). En el caso de los vídeos, además, ayuda mucho hacer un pantallazo y hacer búsqueda inversa con la imagen y utilizar diversas aplicaciones cuyo funcionamiento te explicamos aquí