¿Cómo saber si una fuente informativa es confiable?

Lo primero que debemos hacer es distinguir si estamos delante de una fuente primaria o de una fuente secundaria. Las fuentes primarias son aquellas que producen la información en primera persona.

La fuente es, literalmente, el sitio de donde viene la información. Pero al igual que el agua, que puede salir del grifo, del mar, de la nevera o directamente de la nieve de una montaña, existen muchos tipos de fuentes de información en función de si ofrecen datos más o menos precisos o fiables. De alguna manera, lo que debemos hacer es aprender a diferenciar el agua de la fuente, del agua embotellada, del río contaminado, del grifo en la ciudad o de un charco embarrado.

Lo primero que debemos hacer es distinguir si estamos delante de una fuente primaria o de una fuente secundaria. Las fuentes primarias son aquellas que producen la información en primera persona. Por ejemplo, si hay un accidente de coche, una fuente primaria serían las personas afectadas, pero también los servicios de emergencia que han atendido a los heridos o al agente de policía que ha abierto el comunicado de los eventos. Todos ellos pueden darnos una visión concreta (aunque también, en algunos casos sesgada) de los eventos.

Las fuentes secundarias son las que replican la información emitida por otros. Siguiendo el caso del accidente, una fuente secundaria clásica sería la radio que, explica que dos coches han chocado en la AP-7, que ha habido tres heridos, que dos ambulancias se desplazaron al lugar y que la policía ha abierto un expediente contra un hombre que conducía embriagado.

Las fuentes secundarias pueden ser más o menos rigurosas pero, por definición, son ya un filtro, lo que nos obliga a tomarnos con cautela la información que nos dan. El primer paso de la metodología del fact-checking suele estar relacionado con detectar el origen de una información, pero uno de los problemas de internet es que gran parte del contenido circula descontextualizado y sin citar la fuente.

Por eso, cuando vemos una frase atribuida a una personalidad pública, lo primero que debemos hacer es confirmar que, efectivamente, él o ella ha sido el responsable de esa declaración. Esto sería consultar la fuente primaria. Si es verdad o no lo que dice, viene después. Además, es importante entender que una fuente informativa siempre nos ofrecerá una visión parcial de los hechos en función de sus intereses y experiencia.

Una vez identificamos la fuente y hacemos las preguntas y comprobaciones oportunas, consultamos otras fuentes y bases de datos oficiales, así como fuentes académicas, técnicas y especializadas para contrastar y redactar la información final.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *