No hay desabastecimiento de insulina en las farmacias

Ni la AEMPS, ni el Departament de Salut, ni las farmacias tienen constancia de ningún problema de abastecimiento.

Tuit fals que assegura que les farmàcies tenen problemes de subministrament d'insulina, perquè la gent en compra per perdre pes.

¿Qué se ha dicho

Que en las farmacias no hay stock de insulina, porque la gente lo compra para perder peso.

¿Qué sabemos?

Ni la AEMPS, ni el Departament de Salut, ni las farmacias tienen constancia de ningún problema de abastecimiento general de insulina. Además, el producto no ayuda a perder peso.

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Una publicación de la red social X (antiguo Twitter) que acumula más de 1.000 “me gusta” y más de 130.000 visualizaciones asegura que “no hay stock” de insulina en las farmacias porque el producto supuestamente “ha causado furor para la pérdida de peso”. Es FALSO.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no tiene registrado en su base de datos ningún problema de desabastecimiento de las principales insulinas comercializadas en España. Las farmacias españolas tampoco han tenido problemas de suministro similares, según ha explicado a Verificat Daniel Sevilla, farmacéutico coordinador del Grupo de Trabajo del Paciente Crónico (CRONOS) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Además, la insulina no ayuda a perder peso.

«He ido a la farmacia como hago cada mes a buscar la insulina, ¿¿cuál ha sido mi sorpresa?? Pues NO hay stock, ya que ha causado furor para la pérdida de peso y como consecuencia su desabastecimiento….«

Verificat no ha conseguido contactar con la usuaria de Twitter para confirmar en qué farmacia se puede haber dado la situación. En todo caso, es falso que haya desabastecimiento de insulina en Catalunya o España. La falta de stock puede haber afectado a varios medicamentos destinados a tratar la diabetes, pero no es el caso de la insulina.

La insulina es una hormona que producimos de forma natural los seres humanos, y que se encarga de regular la cantidad de azúcar que tenemos en sangre. Sin embargo, algunas personas directamente no segregan nada (o lo hacen en muy baja cantidad); otras no producen suficiente y su cuerpo no la utiliza adecuadamente. Estas patologías son la diabetes de tipo 1 y de tipo 2, respectivamente, el tratamiento de las cuales pasa, en muchos casos y entre otras acciones, por tomar insulina de forma artificial, sea a través de inyecciones o por inhalación, cosa clave para mantener unos niveles de azúcar óptimos.

En la base de datos de la AEMPS no hay constancia de problemas de suministro de ninguna de las 25 insulinas convencionales comercializadas en España, según el listado de la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en la Atención Primaria de la Salud (redGDPS). “A nivel real tampoco nos estamos encontrando con problemas en las farmacias”, detalla Sevilla, que también es farmacéutico en el Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona. Tampoco el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya «tiene constancia de que haya un problema general con el suministro de insulinas», según ha confirmado su equipo de prensa en un correo a Verificat.

Además, “la insulina no ayuda a perder peso”, asevera en un correo a Verificat la endocrinóloga y nutricionista Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). De hecho, apunta la doctora, “las personas que inician tratamientos con insulina tienen una tendencia al aumento de peso”, declaraciones con las que coincide el Departament de Salut en su correo.

Ninguna de las 25 insulinas listadas menciona la pérdida de peso como un efecto terapéutico o adverso del producto, tal como se puede comprobar en los respectivos prospectos.

Problemas de suministro de Ozempic

“Hay una tendencia a denominar insulina a cualquier medicamento que sea inyectable y sea para la diabetes”, explica Sevilla, el farmacéutico coordinador del grupo CRONOS, pero los fármacos pueden ser de “varias familias o subgrupos” que actúan de maneras diferentes.

Así como el uso de insulina es imprescindible en las personas con diabetes de tipo 1, los pacientes que sufren diabetes de tipo 2, es decir, los que sí que producen insulina por ellos mismos pero no la usan adecuadamente, disponen de una amplia variedad de tratamientos para mantener los niveles de azúcar en el margen óptimo. El fármaco empleado varía en función de la salud y las características de cada paciente.

Uno de estos grupos de fármacos se denomina antagonistas del receptor GLP-1. Son unos medicamentos que también ayudan a bajar los niveles de azúcar en sangre, y a la vez dan sensación de saciedad, pero no sustituyen a la insulina. Uno de estos fármacos, el Ozempic, que emplea un principio activo denominado semaglutida, se ha popularizado en las redes sociales como herramienta para perder peso, a pesar de que su uso no está aprobado con tal fin (lo cual no quiere decir que no funcione, tal como explicamos anteriormente).

Esto ha provocado “un efecto llamada de su uso para adelgazarse, que está fuera de indicación”, lo cual ha causado un desabastecimiento dentro de las farmacias, explica en un correo a Verificat el gabinete de prensa de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) lleva con problemas de suministro desde el 4 de septiembre, y el desabastecimiento, que está ocurriendo a escala global, no tiene una fecha prevista de finalización.

Ozempic no es el único fármaco de este grupo con problemas de suministro. Otros, como Trulicity o Victoza, también se encuentran en la lista de la AEMPS, que advirtió del fenómeno a principios de septiembre. La entidad recomienda a los profesionales sanitarios la prescripción de fármacos alternativos que usan mecanismos similares, como Byetta, Lyxumia o Rybelsus.

Nuevo fármaco contra la obesidad

A finales de agosto, la AEMPS publicó un posicionamiento terapéutico sobre Wegovy, un producto que, como Ozempic, emplea la semaglutida como principio activo, pero que en este caso sí está indicado para el control de peso. Es, de hecho, el primer producto basado en la semaglutida indicado para controlar el peso (junto con una dieta baja en calorías y el aumento de actividad física) de personas con obesidad, o que sufren sobrepeso junto con otras comorbilidades.

El fármaco está aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EME, por las siglas en inglés) desde enero del año pasado, pero “todavía no está comercializado en España para el tratamiento de la obesidad”, puntualiza. El informe de la AEMPS “es un resumen de los resultados que consigue la medicación, sus indicaciones y los efectos secundarios que puedan tener lugar”, explica de Hollanda.

El uso de Wegovy tampoco está autorizado en personas sanas, cosa que no ha impedido que el alta demanda haya provocado problemas de suministro del producto a escala global.