No se ha demostrado que hacer gárgaras con Betadine evite las infecciones por covid-19

Circula información engañosa que indica que hacer gárgaras de povidona al 0.2% es útil para bajar la carga viral


® BETADINE

Circulan diversas informaciones que aseguran que “hacer gárgaras de povidona al 0.2% […] es muy útil para bajar la carga viral del covid-19”. Estas declaraciones se refieren al producto “Betadine bucal”, un desinfectante indicado, por ejemplo, para las llagas. La misma página web comercial de Betadine en España asegura que tiene un “99,99% de efectividad frente a los coronavirus”. 

Hacer gárgaras de Povidona al 0.2% es muy útil para bajar la carga viral del Covid-19

La povidona, o povidona yodada, es el principio activo del Betadine, un medicamento antiséptico, es decir, que elimina los microorganismos que causan infecciones. El tipo de Betadine más famoso es el de aplicación cutánea, que contiene un 10% de povidona yodada, y se comercializa en un envase amarillo, pero también existe el Betadine Bucal, que se vende en un frasco verde. 

Sus prescripciones, según indica la ficha técnica, son “alivio sintomático de las infecciones bucales leves como aftas y pequeñas úlceras. Mal aliento. Afonías y ronqueras”, recuerda a Verificat en un correo electrónico el departamento de prensa del Ministerio de Sanidad, organismo del que depende la Agencia Española del Medicamento. 

Sin embargo, la propia compañía que lo comercializa en España, Viatris (una empresa formada por la combinación de Mylan y Upjohn, ex-división de Pfizer) señala en la página web de Betadine que con el producto “también puedes tratar: 99,9% efectividad frente a los coronavirus”. ¿Qué significa esta afirmación? Que, tal y como explica a Verificat Judit Villar, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas y responsable de la Unidad de Salud Internacional del Hospital del Mar de Barcelona, “en un escenario imaginario en el que estuviéramos poniéndonos un antiséptico en la boca, como una jeringa cada dos minutos, igual puede prevenir el covid, porque en el momento que te lo inyectas matas el virus antes de que se integre en la célula”, pero insiste en que “esto eso es inviable: aunque tuviera sentido en un escenario de laboratorio, no es para nada extensivo, ni real, ni práctico”. 

Por eso, decir que “hacer gárgaras de Povidona al 0.2% es muy útil para bajar la carga viral del Covid-19" es falso, ya que se considera carga viral a la cantidad de virus que se detecta en sangre tras una infección, una vez se ha integrado en las células. Y el Betadine solo interrumpe la infección antes de que esto pase.

“La prevención de enfermedades virales sistémicas no es una indicación del medicamento”, añade el departamento de prensa del Ministerio de Sanidad. De hecho, los mismos fabricantes de este producto en Estados Unidos, Avrio Health, desaconsejan el uso de este medicamento para tal fin, independientemente de la concentración: “Los productos de Betadine no han sido aprobados para tratar coronavirus […] Solo deben ser usados para ayudar a prevenir infecciones en cortes, raspaduras y quemaduras de menor grado. No se ha demostrado que los productos antisépticos Betadine sean eficaces para el tratamiento o la prevención de COVID-19 o cualquier otro virus”. Verificat se ha puesto en contacto con Mylan, la comercializadora de Betadine en España, y al momento de publicar este texto no habíamos obtenido respuesta.

¿De dónde viene la afirmación?

En estudios de laboratorio la povidona yodada ha mostrado ser efectiva contra coronavirus, haciendo que quedara inactivado en tan poco como 15 segundos. Por eso, algunas personas han inferido que esto podría pasar igualmente en el mundo real. Sin embargo, por ahora, la evidencia científica no concluye lo mismo.

“La base científica del uso de antisépticos orales para reducir la carga viral en mucosa oral radica en que algunos de estos antisépticos como la povidona iodada o la cloroquina oral son virocidas e in vitro han demostrado que reducen la carga viral de SARS-CoV-2”, explica a Verificat Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI). Esto ha motivado un número de ensayos clínicos para ver la utilidad de este tratamiento, apunta el experto. Actualmente, hasta 36 ensayos que exploran la eficacia del Betadine frente a la covid-19 se encuentran en clinicaltrials.gov. Sin embargo, “hasta la fecha, no hay evidencias científicas sólidas que justifiquen el empleo de estos tratamientos en la práctica clínica, a pesar de haberse planteado. En gran medida, se debe a que el número de pacientes incluidos son pequeños en la mayoría de los estudios y se precisan cohortes mucho más amplias y, a ser posible, multicéntricas”.

Coincide con López Judit Villar: “Estamos hablando de unas condiciones de laboratorio muy excepcionales que no pueden ser aplicadas in vivo [experimentos hechos en animales o plantas]; la complejidad de la mucosa orofaríngea, del sistema inmunitario e incluso la del virus —la carga vírica que se inocula a una persona— no son reproducibles", apunta. En otras palabras, los resultados, por muy positivos que sean, no pueden hacerse extensivos al mundo real. 

Betadine bucal no está recomendado durante más de 14 días

Tanto el Betadine cutáneo como el bucal son tóxicos y la Agencia Española del Medicamento recuerda que no se pueden ingerir. De hecho, los prospectos del Betadine en spray, diseñado específicamente para estar en contacto con las mucosas, detallan claramente que “aplicar grandes cantidades de medicinas que contienen povidona yodada o usar tales productos durante un largo periodo de tiempo, pueden ocasionalmente causar trastornos tiroideos […] mayores cantidades de ácido en sangre […] e insuficiencia renal”. 

¿Eso también ocurre cuando hacemos gárgaras? También: “En el momento en el que la povidona yodada entra en contacto con las mucosas, ya se ha empezado a absorber”, asegura la médica. Además, los fabricantes recomiendan no aplicar el producto “más de cuatro veces al día y no más que durante 14 días seguidos”. Es decir, que utilizarlo de manera continuada de forma preventiva puede ser contraproducente porque ese máximo tiempo de uso recomendado es muy inferior al que está durando la pandemia. 

En busca de un antiviral contra el SARS-CoV-2

Los científicos llevan meses buscando alternativas en forma de antivirales para combatir la covid-19. Sin embargo, el único que está actualmente disponible -y solo en Reino Unido, el primer país del mundo que ha dado luz verde a la administración de un antiviral contra la covid-19- es el Molnupiravir (indicado para pacientes con síntomas de leves a moderados de covid-19 y al menos un factor de riesgo para desarrollar enfermedad severa, como obesidad, ser mayor de 60 años, diabetes mellitus o enfermedad coronaria). 

¿Por qué cuesta tanto encontrar antivirales efectivos? La respuesta está en cómo atacan nuestro cuerpo los virus: “Al contrario de una bacteria, que espera un tiempo haciéndose 'su casa' hasta que te afecta, el virus es un parásito de tu célula que empieza a hacer daño cuando entra en ella”, indica Villar. 

Esta forma de atacar dificulta el desarrollo de tratamientos y fármacos contra él: “Es muy complicado encontrar un fármaco que mate el virus, y a la vez no sea tóxico para ti, porque también va a matar a tus células”, razona Villar. “Este ha sido siempre un problema en la historia de la humanidad”, concluye.