Ni Ozempic ni su principio activo están testados para reducir el peso en personas sanas

El fármaco se emplea, conjuntamente con la dieta y ejercicio, para reducir los niveles de azúcar en personas con diabetes tipo 2


¿Qué se ha dicho?

Que la medicación con Ozempic es una estrategia útil para perder peso.

¿Qué sabemos?

Ozempic es un fármaco aprobado exclusivamente para reducir los niveles de azúcar en pacientes con diabetes de tipo 2. No está indicado para bajar el peso en pacientes con obesidad ni con sobrepeso, y no tiene ningún beneficio probado en personas sanas.

Una búsqueda en TikTok del término “Ozempic”, un fármaco indicado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, da como resultado decenas de vídeos recientes con cientos de miles de visualizaciones en los que algunos usuarios aseguran que es la estrategia que las celebrities emplean para perder peso. Otros comparten su experiencia personal usando el fármaco con ese mismo fin.

Los mensajes que alaban los supuestos beneficios del Ozempic para perder peso no se han quedado sólo en TikTok. Personajes como Elon Musk han asegurado en varias ocasiones en Twitter que lo emplean en su día a día, y en Youtube abundan los vídeos que hablan del tema, entre ellos uno con más de 7.000 reproducciones que ha bautizado al fármaco como “vacuna contra la obesidad”.

Sin embargo, en realidad el Ozempic no es un fármaco aprobado para tratar la obesidad ni el sobrepeso, sino para reducir los niveles de azúcar en pacientes con diabetes tipo 2 —aunque no es un sustituto de la insulina—. Ni el medicamento ni la semaglutida, su principio activo, que sí se ha autorizado en cantidades mayores que las presentes en Ozempic para bajar el peso en personas con obesidad o con sobrepeso, han sido testados como tratamiento para reducir el peso en personas sanas. La semaglutida, como todo fármaco, tiene efectos secundarios y contraindicaciones y la evidencia científica muestra cómo el peso perdido se recupera al interrumpir el tratamiento.

La popularización a escala global del Ozempic como supuesto remedio para perder peso ha provocado problemas de desabastecimiento en todo el mundo que pueden alargarse todo el 2023. La AEMPS pidió en un comunicado emitido en otoño de 2021 que los profesionales de la salud priorizaran “el uso de estos tratamientos de acuerdo con las condiciones autorizadas” y recordó, ante la posibilidad de que los pacientes que los necesiten no puedan acceder a los fármacos, que existen otros medicamentos similares para las personas que necesiten el tratamiento.

Un principio activo no testado para personas sanas

Ni Ozempic ni su principio activo, la semaglutida, están estudiados como tratamiento para perder peso en personas sanas. La semaglutida es en realidad una molécula que imita a la hormona GLP-1, encargada de regular los niveles de azúcar en sangre y de generar una sensación de saciedad después de comer, pero no sustituye a la insulina.

Una búsqueda de los ensayos clínicos publicados en PubMed, el mayor repositorio online de papers sobre biomedicina, con el término "semaglutida" y otra bajo "Ozempic" no muestran ningún resultado de ningún ensayo clínico que haya evaluado posibles efectos beneficiosos ni del principio activo ni del medicamento en personas sanas. Sólo tres de las publicaciones han analizado su seguridad, que no su efectividad, en pacientes sin ninguna patología (1, 2, 3). El fármaco es seguro, pero no se conocen sus efectos en la población sana.

"Se trata de un medicamento sujeto a prescripción y supervisión médica, por lo que no se recomienda su uso fuera de estas condiciones", señala en un correo a Verificat Inka Miñambres, endocrinóloga del hospital de Sant Pau de Barcelona y miembro del área de obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Como todo fármaco, los medicamentos que contienen semaglutida tienen efectos secundarios que en este caso incluyen desde las muy frecuentes náuseas y mareos (1 de cada 10 pacientes), hasta la pancreatitis aguda y la hipersensibilidad —respuesta exagerada del sistema inmunitario frente al medicamento — en casos puntuales (1 de cada 1.000), tal y como puede leerse en el prospecto de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Ozempic está contraindicado durante el embarazo y no se ha podido descartar que aumente el riesgo de desarrollar tumores en las glándulas tiroides.

Además, el tratamiento con estos fármacos “se plantea como crónico”, explica la endocrinóloga de la SEEN, porque “lo esperable es que al dejar de tomar la medicación, sus efectos beneficiosos (principalmente la mejora del control glucémico [nivel de azúcar en sangre] y del peso) reviertan, y [los pacientes] vuelvan a la situación de partida de antes de iniciar el tratamiento”. De hecho, un estudio publicado en abril del 2022 y financiado por Novo Nordisk, la farmacéutica que lo comercializa, halló que un año después de dejar el tratamiento, los pacientes habían recuperado dos terceras partes del peso que habían perdido.

El potencial de un efecto adverso

La semaglutida es el principio activo del Ozempic y el Rybelsus, dos fármacos también comercializados por la farmacéutica danesa Novo Nordisk, que están autorizados en España sólo para regular los niveles de azúcar en sangre en pacientes con diabetes, conjuntamente con dieta y ejercicio. Uno de los efectos no buscados de estos fármacos es la pérdida de peso, por lo que aparece listado como evento adverso de estas medicaciones (frecuente en el caso de Ozempic y poco frecuente en el de Rybelsus).

Este efecto secundario a priori indeseado motivó la investigación científica respecto la utilidad de la semaglutida para regular el peso de pacientes con obesidad o personas con sobrepeso con al menos una comorbilidad —presencia de un segundo trastorno o enfermedad en la misma persona—, como la hipertensión o una enfermedad cardiovascular, lo que ha posibilitado la salida al mercado de Wegovy. El fármaco contiene dosis más altas de semaglutida y está aprobado en Europa, pero todavía no se comercializa en España.

La AEMPS publicó durante el otoño del 2022 una nota pidiendo que los profesionales de la salud priorizaran “el uso de estos tratamientos de acuerdo con las condiciones autorizadas”, ante la sospecha de que algunos facultativos están recetando Ozempic fuera del marco de autorización del fármaco, que sólo incluye la diabetes tipo 2.

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