Una publicación viral en Twitter con más de 762 retuits y 1.280 “me gusta” asegura que el gobierno australiano, a partir de ahora, “no permitirá que los menores de 30 [años] se pongan una 4a dosis de la vacuna”, ya que el riesgo de contraer miocarditis “puede ser mayor que el del propio covid”.
Es ENGAÑOSO. Es cierto que la cuarta dosis no está recomendada en menores sanos de 30 años en Australia, pero porque no hay suficiente evidencia de que los beneficios de dicho refuerzo sean superiores a sus riesgos. Las recomendaciones del gobierno australiano, que coinciden con las del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en inglés), sí que instan a vacunarse a aquellos que formen parte de un grupo de riesgo.
El gobierno australiano dice ahora que no permitirá que los menores de 30 se pongan una 4ª dosis de la vacuna, porque el riesgo de miocarditis puede ser mayor que el del propio covid.
El tuit vinculaba la supuesta prohibición de la vacuna entre menores de 30 años a un supuesto riesgo de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco incluída como efecto secundario muy raro (menos de 1 caso cada 10.000 dosis administradas) durante la vacunación con la pauta completa con las fórmulas de Pfizer y Moderna. El tuit viral citaba una publicación de un periodista australiano que, a su vez, citaba una web con las mismas declaraciones.
El “riesgo de miocarditis” que supuestamente “puede ser mayor que el propio covid” del que habla el tuit, tampoco está evidenciado. Tras la cuarta dosis, según señalan las recomendaciones del Grupo Técnico Asesor de Australia sobre Inmunización (ATAGI, en inglés), “los datos sobre la tasa de miocarditis o pericarditis” son “muy limitados” y “los primeros datos de Israel son imprecisos a causa del bajo número de casos”, explica la página en el apartado de Safety considerations (Consideraciones de seguridad, en castellano).
La página web del Departamento de Salud de Australia dedica una página entera a la información disponible sobre las vacunas y su administración. El apartado Who should get vaccinated? (“¿Quién debería vacunarse?”, en castellano) incluye información sobre las cuartas dosis, así como los rangos de edad a los que se recomienda la inyección o las condiciones para esta.
En el apartado dedicado a cuartas dosis, el gobierno explica que estas son recomendadas de manera general a las personas de 50 años o más, y otros grupos vulnerables “con mayor riesgo de enfermedad grave” —personas con cáncer, enfermedades crónicas o inmunodeprimidas, entre otros— a partir de los 16 años. Es decir, que puede administrarse a partir de esa edad como medida de prevención a aquellos colectivos cuya condición médica “aumenta el riesgo de enfermedad grave” o “de un mal resultado” por tener la covid-19.
Tres dosis son suficientes para la población joven
La razón por la que no se recomienda la cuarta dosis a menores de 30 años sanos no es porque represente un peligro para los vacunados —puesto que, de ser así, no se permitiría la administración a los grupos más vulnerables, ni se seguiría instando a la población restante a vacunarse—, sino porque no hay suficiente evidencia de “que los beneficios superen los riesgos en esta población”, según indica el documento oficial de dosis recomendadas realizado por la ATAGI.
Australia no es el único país que no recomienda la cuarta vacuna a ciertos grupos de población. A escala europea, las recomendaciones de la ECDC indican que este refuerzo no es necesario para las personas sanas menores de 60 años, puesto que aún “no hay pruebas claras que respalden la administración de una segunda dosis de refuerzo a las personas menores de 60 años que no tienen un mayor riesgo de enfermedad grave”. Cataluña, España, siguiendo las directrices europeas, u otros países como Chile e Israel, tampoco recomiendan su administración a menores de 60 años sanos, mientras que otros lugares como Dinamarca y Estados Unidos se recomienda a partir de los 50.
Asimismo, la evidencia muestra que “si bien la protección contra la infección disminuye después de la primera dosis de refuerzo —tercera vacuna—, la protección contra la enfermedad grave se mantiene bien, especialmente en personas jóvenes sanas”, según explica el Departamento de Salud y Cuidado de Ancianos de Australia a Verificat, por lo que, una cuarta vacuna a esta población no está justificada. Como mucho, este refuerzo adicional “es probable que proporcione solo una protección modesta y transitoria contra la infección con la variante Omicrón y la transmisión posterior”, indica la entidad.
Bajo riesgo de miocarditis asociado a la vacuna
El tuit viral también afirma que no se permitirá la cuarta vacuna “porque el riesgo de miocarditis puede ser mayor que el propio COVID-19”, pero la frecuencia de esta patología no ha sido establecida con fiabilidad, dados los datos imprecisos con los que se cuenta hasta ahora, tal como refleja Australia y un estudio del Ministerio de Sanidad de Israel. Hasta ahora, con la administración de 3 dosis, esta patología ha sido evaculada como muy rara —hasta 10 casos por cada 100.000 personas vacunadas— por la Asociación Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Además, la evaluación de la mayoría de los casos es favorable, según indicaba la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en una nota de prensa publicada en su página web el 21 de octubre de 2022.
Según un estudio de la SEC, de 139 pacientes diagnosticados con esta patología 30 días después de cualquier vacuna contra la covid-19, el 80% eran varones de una mediana de edad de 28 años. La CDC también ha observado que de los casos reportados, la mayoría se aplicaban a varones adolescentes y adultos jóvenes días después de la administración de vacunas de ARNm —Pfizer y Moderna—. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes los síntomas fueron leves y sólo en contadas ocasiones se produjeron complicaciones graves. Estas conclusiones también las recogen instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y el gobierno británico.
Por tanto, si bien es cierto que existe un riesgo poco frecuente de miocarditis o pericarditis entre varones adolescentes y adultos jóvenes, esto no implica que la agencia regulatoria no recomiende explícitamente la cuarta dosis por un aumento de sus efectos adversos como la miocarditis, sino en base a un balance de riesgos y beneficios.
Este artículo es parte de Las Mentiras Amenazan la Salud, la sección de salud de Verificat.

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