La covid-19 no es una enfermedad vascular

La infección afecta mayoritariamente al sistema respiratorio, aunque también puede tener implicaciones en otros órganos.


Nos habéis hecho llegar un artículo publicado en un medio de comunicación en el que se habla de un estudio de la Universidad de San Diego que supuestamente afirma que “la covid-19 no es una enfermedad respiratoria, sino vascular”. Es FALSO. Como explica la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de infecciones afectan al sistema respiratorio, aunque también puede tener implicaciones en otros órganos. El estudio que cita el artículo no niega tal cosa, sino que ahonda en cómo el SARS-CoV-2 afecta al aparato circulatorio. 

“Un estudio de la Universidad de San Diego en California asegura tener la prueba de que la COVID-19 no es una enfermedad respiratoria sino vascular. Esto podría explicar la presencia de trombos en la sangre -quizás también los ocurridos tras inocularse ciertas vacunas- y otros síntomas como los "pies COVID" que no parecían tener cabida en una enfermedad respiratoria clásica”

La imprecisión viene de un artículo divulgativo publicado por el Instituto Salk (California, EE UU), que se hace eco de un estudio publicado en Circulation Research, una revista que edita la Asociación Americana del Corazón (AHA, en inglés), y del que ellos han formado parte. En este texto, se afirma que el estudio confirma la covid-19 “como una enfermedad principalmente vascular”. Este medio se ha intentado poner en contacto tanto con el departamento de comunicación del Instituto como con el líder del proyecto para aclarar si se trata de una imprecisión o si realmente es lo que se desprende del ensayo, pero aún no ha recibido respuesta.

Si consultamos el paper, lo que se indica es que este grupo de investigadores de la Universidad de San Diego California, junto a otros del Salk, la Jiaotong University y el University Health Science Center (ubicados estos dos últimos en Xi’an, China) ha descubierto una nueva forma en la que el SARS-CoV-2 ataca a las células del sistema cardiovascular. De ahí, Salk extrae las conclusiones anteriormente mencionadas, pero en el estudio no se dice exactamente eso

¿Qué es lo que se ha descubierto?

La covid-19 es una enfermedad infecciosa respiratoria que puede manifestarse de múltiples formas, pero que en la mayoría de la gente causa cuadros respiratorios de leves a moderados, según organismos como el Ministerio de Sanidad español o los Centros para el Control y Prevención de las enfermedades de Estados Unidos. Además de afectar al respiratorio, el coronavirus tiene implicaciones en otros sistemas, entre ellos el cardiovascular. Esto ya se había detectado anteriormente. Lo que aporta el artículo en cuestión son detalles de cómo llega a los vasos sanguíneos.

Según los investigadores, la proteína s o spike presente en el SARS-CoV-2 daña de forma indirecta las células del endotelio, la monocapa que separa los tejidos de la sangre: “En la revista lo que se indica es que hay una afectación endotelial dentro de los vasos (sanguíneos), sobre todo en los más pequeños”, indica a Verificat Ángel Cequier, miembro del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), y presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Es decir, que se trata de “un dato adicional, concomitante, no exclusivo”, o sea, que no pretende transmitir la idea de que la covid-19 es una enfermedad vascular, sino más bien hacer hincapié en “la afectación tan sistémica y tan multiorgánica que produce” la covid-19, concluye. 

Una mirada distinta

Todo esto es, de hecho, lo que señalan los propios investigadores en el primer párrafo del estudio: “La proteína S sola puede dañar las células endoteliales vasculares al regular a la baja la ACE2 (una proteína encargada de controlar la presión sanguínea) y, en consecuencia, inhibir la función mitocondrial”. Aun así, el estudio cuenta con limitaciones importantes, como que se realizó en ratones, y que en realidad no usaron el SARS-CoV-2 real, sino un pseudovirus similar no-infeccioso. 

Por tanto, la aportación de los investigadores de la Universidad de San Diego California es más bien una mirada distinta sobre cómo el SARS-CoV-2 llega a prácticamente todos los rincones del organismo y, en concreto, a los vasos sanguíneos: “En el paper destacan cómo es la alteración de los vasos, se documenta la disfunción endotelial, pero esto no le da una exclusividad etiológica (no es ésta solamente la causa de la enfermedad) ni es el único mecanismo responsable de muchos de los síntomas del covid”, señala Cequier, quien opina que decir que la conclusión es que es una enfermedad vascular es “una interpretación un poco superficial”. 

¿Por qué no es exclusivamente vascular?

Las enfermedades vasculares son aquellas en las que se ven afectadas las arterias o venas y, en la mayoría de los casos, también los flujos sanguíneos, ya sea por el bloqueo o debilitamiento de los vasos o por el daño a las válvulas que se encuentran en las venas. Si bien la covid-19 afecta en algunos casos al corazón y al sistema circulatorio con la aparición de trombos, no es una enfermedad vascular. Si lo fuera, indica Cequier, “provocaría infartos agudos de miocardio, o mucho embolismo arterial; ambas cosas son infrecuentes en la covid”, razona. 

Lo que es más frecuente es que a través de toda la cascada inflamatoria que tiene lugar tras una infección y que es consecuencia del sistema inmune, se produzca un daño “muy difuso” y termine afectando al corazón, lo que puede dar lugar a “una alteración del sistema de coagulación” y, por ende, a “un mayor riesgo de que se formen trombos, lo que se asocia a su vez a tromboembolismos”, concluye el cardiólogo.