España nunca ha alcanzado los 50 ºC

Se ha viralizado una portada de la revista El Español de la semana del 11 al 17 de agosto de 1957 que dice que hace 65 años, en agosto de 1957, en La Mancha se alcanzó los 50 grados centígrados. La revista y la portada son reales, pero la información que aporta no está avalada por Aemet.


¿Qué se ha dicho?

Que hace 65 años, en agosto de 1957, en La Mancha se alcanzó los 50 grados centígrados.

¿Qué sabemos?

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no tiene registro de que la temperatura en España haya superado nunca los 50 ºC.

Estos días, durante la segunda ola de calor de 2022, se ha hecho viral en varios formatos digitales (redes sociales y podcast) el mensaje de que en 1957 la temperatura en España alcanzó los 50 °C. En redes, la afirmación ha ido acompañada de la portada de la revista El Español correspondiente a la semana del 11 al 17 de agosto de 1957, donde se aprecia la frase “Temperaturas de 50 °C en algún lugar de la Mancha ”. Es FALSO.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no tiene registro de que la temperatura en España haya superado nunca los 50 °C. La portada del semanario es real, pero la información que da sobre las temperaturas no es precisa. La temperatura más alta jamás registrada en España es de 47,6 °C, a la que se llegó el 14 de agosto de 2021 en La Rambla (Córdoba), según ha confirmado el departamento de prensa de la Aemet a Verificat en un correo electrónico.

"Hace 65 años, en agosto de 1957, en La Mancha se llegó a los 50 grados centígrados"

Como ocurrió con la ola de calor del pasado junio, muchas desinformaciones intentan minimizar el alcance de la que afecta actualmente a la Península Ibérica y que amenaza al Sudoeste de Europa con temperaturas récord. Uno de los mensajes que se ha viralizado es una portada de la revista El Español de la semana del 11 al 17 de agosto de 1957. La revista y la portada son reales, como ha confirmado la hemeroteca de Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, pero la información que aporta no está avalada por Aemet. La crónica de El Español explica cómo se estaba viviendo la ola de calor de ese año en diferentes países de Europa, y especifica que los termómetros en varios puntos de La Mancha “llegaron hasta los 52 °C al sol”.

"En ningún caso se puede comparar la temperatura 'al sol' (que es la que reportan las noticias indicadas) con la temperatura del aire", explica a Verificado Enric Aguilar, climatólogo y director del departamento de Geografía de la Universidad Rovira y Virgilio (Tarragona). El experto precisa que mientras que la primera puede representar la sensación térmica que sentimos cuando nos exponemos al sol, la segunda es el estándar de la Organización Meteorológica Mundial (WMO por sus siglas en inglés) que comunican las agencias oficiales —como Aemet o Meteocat— y la que reportan actualmente los medios de comunicación

La mayor temperatura del aire registrada en España es de 47,6 °C, según ha informado a Verificado el gabinete de prensa de la Aemet, y se registró el pasado verano, el 14 de agosto del 2021 en La Rambla (Córdoba). El segundo registro más elevado fue en la estación de Montoro, también en Córdoba, que el mismo día midió 47,4 °C.

En 1957, la temperatura más elevada registrada en un observatorio de la Aemet fue de 42,6 °C a los que llegó Sevilla los días 1 y 2 de agosto, durante una ola de calor que duró ocho días, según un estudio llevado a teme por el meteorólogo de Aemet César Rodríguez Ballesteros.

La temperatura al sol no es precisa

La Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) define la temperatura del aire como "la temperatura leída en un termómetro expuesto al aire y protegido de la radiación solar directa". "Es un dato muy difícil de medir", explica a Verificado Ricardo Torrijo, meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteología (Aemet), quien referencia una publicación en el blog de la entidad donde tres expertos explicitan esta dificultad.

La publicación señala que es necesario disponer de un sensor calibrado en laboratorios especializados, que la medida dé la media de la temperatura del aire de un minuto aproximadamente, que esté situado a entre 1,25 y 2 metros del suelo, que esté protegido del sol directo y la lluvia, y que la ubicación donde se encuentre sea representativa de un entorno de unos 100 kilómetros a su alrededor. Además, antes de la publicación de los datos para los estudios, se somete a una revisión de calidad. En definitiva, el artículo concluye que "no [podemos] fiarnos de cualquier termómetro de la calle".

Dominic Royé, geógrafo físico de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), precisa además que “los estándares de control de datos no son los mismos hoy en día que en los años 50”. En otras palabras, este supuesto dato cuyo origen es desconocido (“¿de dónde lo ha sacado, El Español?”, se pregunta Torrijo) no es fiable porque, según el experto, “el control de calidad hoy es mucho más riguroso”.

En este sentido, y para poder realizar comparaciones de calidad en las temperaturas registradas años atrás y ahora, cobra especial importancia la homogeneización de los datos. Como ya explicamos, a tal efecto “hay que eliminar el efecto de los cambios de instrumentación, localización, etc. y expresar las temperaturas de forma compatible con la medición actual”, explica Enric Aguilar. El experto adjunta una publicación en la que su equipo llevó a cabo este procedimiento para 22 estaciones meteorológicas de toda España, habilitándolas para la realización de estudios climáticos.

Una ola de calor extraordinario

Para realizar la valoración final del impacto de la ola de calor en España, cabe esperar la publicación del estudio climatológico correspondiente, advierte Ricardo Torrijo. Sin embargo, el meteorólogo avanza que, en base a las previsiones, se trata de “una ola de calor que destacará por su gran duración (nueve días) y por su gran extensión territorial”. En el registro histórico de estos fenómenos en España, que cuenta con datos desde 1975 hasta 2018, sólo dos oleadas de calor han superado en duración la presente: las del verano de 2003 y de 2015.

Como ya explicamos, los meteorólogos determinan que existe una ola de calor cuando las temperaturas se mantienen muy por encima de lo esperado por unas fechas concretas durante tres o más días consecutivos. Al igual que en el caso de otros fenómenos meteorológicos extremos, la frecuencia, intensidad y duración de este tipo de eventos ha aumentado significativamente en los últimos años, llegando a duplicarse en sólo una década en España.

El final de la primavera y el principio del verano están siendo muy cálidos en Cataluña. “Desde hace meses la temperatura, tanto la máxima como la mínima, en Cataluña, está casi permanentemente por encima de lo normal en referencia al período 1981-2010”, indica a Verificado Ramon Pascual, jefe del grupo de Predicción y Vigilancia de la delegación de Aemet en Cataluña.

El experto adjunta un gráfico con las temperaturas máximas y mínimas —aún provisionales— entre el 1 de abril y el 17 de julio de 2022, donde se observa cómo los registros —especialmente los mínimos— están en su mayoría por encima de la media.