España no ha sido catalogada como “el país más corrupto de la Unión Europea”

La afirmación proviene del Eurobarómetro sobre corrupción de 2014, pero en la última edición, del pasado julio, España se situó en cuarta posición. Además, la pregunta en cuestión no mide el nivel de corrupción en un país, sino que hace referencia a las percepciones de los ciudadanos


¿Qué se ha dicho?

Se ha viralizado una captura de pantalla de un titular que afirma que han catalogado a España “como el país más corrupto de la Unión Europea”.

¿Qué sabemos?

El Eurobarómetro del 2014 reflejaba que España era, junto a Grecia, el país en el que más encuestados consideraban que estaban afectados personalmente por la corrupción en la vida diaria. Ahora bien, en el último Eurobarómetro, del pasado julio, España se situó en cuarta posición. Además, esta pregunta no mide el nivel de corrupción, sino que hace referencia a las percepciones de los ciudadanos.

En las últimas semanas, se ha viralizado en Twitter y en Facebook una captura de pantalla de un titular que afirma que han catalogado a España “como el país más corrupto de la Unión Europea”.

Es ENGAÑOSO. Dicho titular coge de referencia un Eurobarómetro publicado en febrero de 2014 que reflejaba que España era, junto con Grecia, el país donde un mayor porcentaje de encuestados (el 63%) respondió afirmativamente a la pregunta de si le “afecta personalmente la corrupción en la vida diaria”. Ahora bien, en esta misma pregunta en el último Eurobarómetro sobre corrupción, difundido el pasado julio, España se situó en cuarta posición (y no en primera).

Además, esta pregunta no mide el nivel de corrupción en un país, sino que alude a las percepciones de los ciudadanos. Existen otros datos similares, como el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, basado en la percepción de empresarios y analistas. Según este, en 2021 España fue el decimotercer país más corrupto de la Unión Europea.

Otros indicadores, como el Eurobarómetro sobre las actitudes de los empresarios sobre la corrupción o el indicador de control de corrupción de World Governance Indicators (WGI) del Banco Mundial tampoco muestran a España como el país de la UE en el que más afecta la corrupción.

“Catalogan a España como el país más corrupto de la Unión Europea”

Una encuesta de 2014

Haciendo una búsqueda inversa de la imagen que circula en redes, llegamos al origen de la captura de pantalla que se ha viralizado: un artículo publicado el 17 de septiembre de 2015 en el portal digital canarias-semanal.org. Las cifras, que fueron recogidas también en una noticia de EuropaPress de junio de 2015, proceden de un mapa que publicó Statista en febrero de 2014 con el título “La corrupción está muy extendida en Europa”.

Los datos son del Eurobarómetro 397 sobre corrupción de 2014 y, concretamente, de la pregunta sobre si la corrupción “te afecta personalmente en la vida diaria”. El documento de la encuesta muestra que, en aquel momento, el 63% de los españoles encuestados respondió afirmativamente a esta pregunta (página 34). España se situó así, junto a Grecia, en primera posición.

Ahora bien, los datos son antiguos. Desde entonces, la Comisión Europea ha elaborado tres Eurobarómetros más sobre corrupción y en ninguno de ellos España ha repetido como país donde más ciudadanos se sienten afectados personalmente por la corrupción en su vida diaria.

El último Eurobarómetro, publicado el pasado mes de julio, refleja que el 46% de los encuestados en España están de acuerdo en que la corrupción les afecta personalmente en la vida diaria (página 28). Con 17 puntos porcentuales menos que en 2014, España está por detrás de Hungría, Grecia y Chipre, y empatada con Rumanía.

Sin embargo, esta pregunta no mide el nivel de corrupción en un país, sino que pregunta a los ciudadanos cómo de afectados se ven por la misma. Jordi Mas, director del máster de Análisis Político de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), responde a Verificat que la corrupción es algo “muy difícil de medir”, ya que se trata de “una cosa que no se puede observar directamente” y que quien la protagoniza “no quiere ser detectado”.

En la misma línea, Joaquim Bosch, magistrado y autor del libro La patria en la cartera: Pasado y presente de la corrupción en España, sostiene a Verificat que “la corrupción presenta una medición difícil, porque se trata de conductas que se desarrollan en contextos de opacidad, lo cual dificulta su constatación”.

¿Cómo se puede medir la corrupción?

Luis de Sousa, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, explica en conversación con Verificat que hay dos formas de medir la corrupción:

  • Con indicadores objetivos, cuantificando las estadísticas de los crímenes en un periodo concreto o analizando los desvíos totales a la contratación pública.
  • Con indicadores subjetivos, a partir de percepciones (los que presenta el Eurobarómetro). Estas percepciones pueden ser sociotrópicas (qué opino de un sistema concreto) o egocéntricas (cómo un problema me afecta en mi día a día).

Los indicadores objetivos tienen el problema, según Luis de Sousa, que no miden realmente el nivel de corrupción, sino “la eficacia del sistema de detectar y, eventualmente, sancionar la corrupción”. Para Joaquim Bosch, no es suficiente cuantificar la exteriorización judicial de la corrupción, ya que “la corrupción que llega a los juzgados es solo la punta del iceberg”.

Respecto a los indicadores subjetivos, Joaquim Bosch considera que “las valoraciones sobre percepción son importantes, aunque nunca pueden medir toda la corrupción realmente existente”. Jordi Mas recuerda que medir la corrupción basándose en la percepción “puede tener sesgos importantes”, ya que “los valores de la población pueden ser diferentes en unos países y en otros” y la justicia “puede operar diferente”.

Volviendo al Eurobarómetro, la pregunta inicial sobre si te afecta personalmente la corrupción en la vida diaria “no está comparando niveles de corrupción, sino percepciones egocéntricas de corrupción”, subraya Luis de Sousa. El experto deja claro que él “no utilizaría una cuestión de percepciones egocéntricas para decir que un país es más corrupto que otro”.

Otras preguntas que plantea el Eurobarómetro

Más allá de preguntar sobre las afectaciones de la corrupción en su día a día, el Eurobarómetro de 2022 plantea otras cuestiones. Así pues, por ejemplo, “España es el país donde los ciudadanos perciben que hay una corrupción más elevada entre representantes políticos y partidos políticos”, señala Jordi Mas.

Sin embargo, Elena Costas, doctora en Economía por la Universitat de Barcelona, señala que el mismo Eurobarómetro también pregunta por “experiencias concretas de corrupción”. En este sentido, los españoles se sitúan por debajo de la media europea en el último Eurobarómetro si se les pregunta si conocen “personalmente a alguien que acepte o haya aceptado sobornos” o si han “experimentado o presenciado algún caso de corrupción en los últimos 12 meses”.

Un “problema de corrupción dual”

Lo cierto es que la corrupción tiene muchas otras dimensiones más allá de la política. Existe, por ejemplo, la corrupción administrativa, policial o funcionarial, que no está tan presente en nuestro país. Es lo que Elena Costas llama “un problema de corrupción dual”: en España tenemos casos de corrupción política y grandes escándalos mediáticos, pero hay poca corrupción administrativa.

En la misma línea, Joaquim Bosch concluye que “a nivel general España no sería el país más corrupto de Europa, porque tenemos poca corrupción funcionarial”, pero que “en el ámbito concreto de la corrupción política, España sí sería uno de los países más corruptos de la UE”.

España no es el país más corrupto de la UE, según el IPC

El ranking de corrupción “de referencia”, según Elena Costas, es el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, cuyo objetivo es “calificar los niveles percibidos de corrupción en el sector público de cada país,” en una escala de 0 a 100 “donde 0 significa altamente corrupto y 100, muy limpio”. La puntuación de cada país se calcula “a partir de un mínimo de tres fuentes de datos tomadas de trece estudios y evaluaciones”, pero también “se limita a registrar la percepción de expertos y empresarios de la corrupción existente en el sector público”.

El IPC nunca ha catalogado a España como el país más corrupto de la Unión Europea desde su primera publicación en 1995, de acuerdo con la base de datos de Transparencia Internacional. En 2021, España, con una puntuación de 61 sobre 100, era junto a Lituania el decimotercer país más corrupto de la Unión Europea.

Dos indicadores más sobre corrupción

Para medir las percepciones sobre la corrupción, también existe otro Eurobarómetro, en este caso sobre las actitudes de los empresarios sobre la corrupción. Según el último que se publicó, en julio de 2022, los empresarios españoles son los séptimos que más piensan que la corrupción está extendida en su país y los sextos que más consideran que la corrupción es un problema para su empresa al hacer negocios en el país.

Además, el Banco Mundial presenta el indicador de control de corrupción de World Governance Indicators (WGI), que “captura las percepciones de la medida en que el poder público se ejerce para beneficio privado, incluidas las formas de corrupción menores y mayores”. Con los últimos datos disponibles, de 2020, España se situó como el doceavo país con un peor control de la corrupción.