Los abortos que se practican en la red privada en Cataluña no son el 90%, sino el 50%

El dato que da el diputado coincide con el de los abortos quirúrgicos, pero no con el total de las interrupciones voluntarias del embarazo


¿Qué se ha dicho?

David Cid afirmó que «nueve de cada diez abortos en Cataluña» se hacen en clínicas privadas.

¿Qué sabemos?

Los abortos que se realizaron en 2020 en la red privada en Cataluña representaron el 50,13% del total. En muchos casos son clínicas concertadas por el sistema público en las que las mujeres no deben pagar por su aborto.

El portavoz de En Comú Podem en el Parlament de Catalunya, David Cid, aseguró en una entrevista en Catalunya Plural (en el minuto 25:16) que “nueve de cada diez abortos en Cataluña” se practican en clínicas privadas.

Es ENGAÑOSO. En 2020, el total de abortos realizados en la red privada en Cataluña representaron el 50,13% del total, mientras que en el conjunto del Estado representaron el 84,5%. 

Contactado por Verificat, el diputado ha matizado que se refería a los abortos quirúrgicos (es decir, los que se realizan mediante una intervención ambulatoria y no con medicamentos). De estos, es cierto que en 2020 el 99% se llevaron a cabo en clínicas privadas, pero en muchos casos son clínicas concertadas por el sistema público en las que las mujeres no tienen que pagar por su aborto

“Nueve de cada diez abortos en Cataluña se hagan a través de la red privada”

David Cid, En Comú Podem

El 50% de los abortos en 2020, en centros públicos

Los datos definitivos de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) publicados por el Ministerio de Sanidad reflejan (en la página 121) que en Cataluña se practicaron 18.964 IVE en 2020. De estas, el 49,87% fueron en centros públicos (9.458) y el 50,13%, en centros privados (9.506). Los datos del Departament de Salut de la Generalitat, que no están desglosados en función de la titularidad del centro, coinciden aproximadamente con los del Ministerio: constan 19.800 IVE realizadas en 2020 (página 10).

Esta distinción contrasta con la realidad del conjunto de España (en la página 44), donde de los 88.269 IVE, el 84,5% pasaron en centros privados.

Dos tipos de abortos: farmacológicos e instrumentales

Existen dos formas de realizar una interrupción voluntaria del embarazo: el método farmacológico consiste en el suministro de fármacos y se puede realizar como máximo hasta las 9 semanas de gestación y se recomienda hacerlo en casa o en un lugar confortable, según el Centre Jove d’Atenció a les Sexualitats (Cjas) y un la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI). Por otro lado, el método instrumental (también llamado quirúrgico) consiste en la aspiración del contenido del útero vía vaginal. Se recomienda hacerlo antes de las 14 semanas de gestación.

Contactado por Verificat, el departamento de prensa de En Comú Podem remite un artículo publicado en Públic en julio de 2021 que afirma que “un 97,8% de abortos instrumentales se derivan a clínicas privadas que tienen concierto con la Generalitat”. Cid matiza que se refería a los abortos quirúrgicos

Efectivamente, en Cataluña se registraron en 2020 8.930 abortos instrumentales, según los datos del Ministerio, de ellos, 8.840 en centros privados, lo que el 98,99%. El reportaje de Públic cita datos de 2019 del Departament de Salut y de ahí esta leve variación.

La situación en Cataluña: los ASSIR

Raquel Novo, vocal en Cataluña de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), explica que en esta comunidad autónoma, la información sobre los métodos disponibles para el aborto se da en los Programas de atención a la salud sexual y reproductiva (ASSIR), “a diferencia del resto del estado, donde se informa a las mujeres en las mismas clínicas en las que van a ser atendidas”.

En Cataluña, según los datos del Departament de Salut de la Generalitat, el 49,8% de las IVE en 2020 fueron farmacológicas (página 10). En cambio, según la estadística del Ministerio de Sanidad (en la página 44), las técnicas instrumentales (dilatación y evacuación o dilatación y aspiración) significaron el 69,17% de los métodos utilizados en el conjunto del Estado español (67.162).

Sílvia Aldavert, coordinadora de la Associació de Drets Sexuals i Reproductius (Asociación de Derechos Sexuales y Reproductivos), añade que en Cataluña “lo habitual es que en las clínicas se haga el instrumental”, ya que “se entiende que el farmacológico se puede hacer en el ASSIR”.

Es cada mujer, después de recibir información de ambos métodos, quien decide cuál prefiere: “Si decide una interrupción quirúrgica, se deriva a un centro concertado, sin coste para la mujer, y si decide una interrupción farmacológica, se cita con el ginecólogo del ASSIR, que le hará una ecografía para valorar la edad gestacional. Si el embarazo es hasta nueve semanas, el ginecólogo le dará la medicación para realizar la interrupción farmacológica”, relata Anna Torrent, Vocal de la Junta Directiva de la Societat Catalana d’Obstetrícia i Ginecologia.

Un cambio crucial en 2010

Esto fue posible tras la aprobación de la Ley del Aborto en 2010, que pasó a fijar (artículo 18) que la IVE “estará incluida en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud”. El artículo 19.2 añade que “si excepcionalmente el servicio público de salud no pudiera facilitar en tiempo la prestación, las autoridades sanitarias reconocerán a la mujer embarazada el derecho a acudir a cualquier centro acreditado en el territorio nacional, con el compromiso escrito de asumir directamente el abono de la prestación”.

De esta forma, “la mujer solo paga la interrupción si acude directamente al centro privado. Si acude a ASSIR, siempre es gratuito para la mujer, aunque se derive a un centro privado”, señala Anna Torrent.

Sin embargo, después de la aprobación de la ley, “dentro de la red pública no había profesionales formados y especializados, la objeción de conciencia era bastante importante y, como siempre se había hecho fuera, no había nadie que pudiera, quisiera y supiera hacerlo en la red pública”, arguye Sílvia Aldavert.

A partir de ese año, el número de abortos hechos en centros públicos ha ido aumentando hasta alcanzar el 50%. Esto se debe a la irrupción de los ASSIR, donde se hacen las IVE farmacológicas.

“Una de cada tres se paga su aborto”

Más allá de las cifras y la normativa, algunas informaciones periodísticas han explicado los últimos años que una parte de las mujeres, aunque tengan la prestación a la IVE gratuita y garantizada por el sistema público, optan por hacerse cargo del coste del aborto.

El 324.cat lo cifró en 2021 en uno de cada cuatro abortos. En octubre, Crític afirmaba que eran el 35%. En la misma línea, Públic también sostenía la misma cifra.

Vista esta realidad, Sílvia Aldavert considera que hay dos grupos de mujeres que pagan por abortar: las que ven la administración pública como un organismo complejo y prefieren pagar y las que no tienen la información suficiente y desconocen de la existencia de la prestación es pública.

(*) Días después de publicar el artículo, el Departament de Salut confirmó a Verificat que en 2020, en Catalunya el “70,1% de los IVE fueron realizadas con financiación pública y el 29,9%, sin financiación pública”. Es decir, tres de cada diez mujeres que abortaron tuvieron que pagarlo de su bolsillo. De las IVE realizadas con financiación pública (tanto las farmacológicas como las instrumentales), el 68,5% se realizaron en centros del SISCAT (el sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña) y el 31,4%, en clínicas contratadas. El Departament de Salut también señala que “las clínicas contratadas son clínicas privadas que a través de la licitación pública han sido contratadas para ofrecer esta prestación”. Esta información se ha añadido el 8 de marzo.

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* El artículo se ha actualizado para incluir la respuesta del Departament de Salut.