El consumo excesivo de colesterol no aumenta los niveles de testosterona

De hecho, una ingesta excesiva de este lípido puede derivar en problemas de salud cardiovasculares.


¿Qué se ha dicho?

Que la ingesta de colesterol aumenta la testosterona, y, por tanto, cuanto más colesterol ingerimos, más testosterona se producirá.

¿Qué sabemos?

La producción de testosterona está regulada por la hipófisis, una glándula situada en el cerebro que controla la mayoría de glándulas del cuerpo, y no depende de la cantidad de colesterol ingerida. Además, la testosterona no se almacena, y, por tanto, se sintetiza tan solo la necesaria.

Hace unos días Zack Strengh, exjugador de fútbol de primera división que actualmente se dedica a “ayudar a las personas a perder grasa y ganar músculo”, según describe él mismo, hizo un tuit asegurando que un aumento de la ingesta de colesterol se traducía en un aumento de la testosterona, acompañando el mensaje con una imagen de un plato de cinco huevos fritos y un entrecot con un trozo de mantequilla o margarina. Es FALSO. Cierto es que el colesterol es el precursor de la testosterona, pero la producción de esta hormona está altamente regulada cerebralmente por la hipófisis, conocida como glándula maestra del cerebro, y no aumenta por la ingesta del lípido. Además, al contrario de lo que afirman algunos vídeos de Youtube, elevados niveles de colesterol en sangre pueden causar problemas cardiovasculares.

Aumenta tu ingesta de colesterol, aumenta tu testosterona.

El tuit, hecho por el exfutbolista Zack Strength y que acumula más de 18.000 “me gusta” y casi 4.000 retuits, no es correcto. Si bien es cierto que el colesterol es el precursor de la testosterona, el andrógeno —hormona sexual masculina— circulante más abundante en los hombres, el proceso de producción de esta hormona "está regulado por la hipófisis", indica a Verificat Gabriel Pons, profesor de Bioquímica de la Universidad de Barcelona (UB) e investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). La hipófisis es una glándula situada en el cerebro que produce varias hormonas como la oxitocina o la prolactina, y que controla la mayoría de las demás glándulas del cuerpo humano.

Además, resulta "un muy mal consejo sugerir que se tome colesterol con estos objetivos (rendimiento muscular)", según afirma a Verificat Juan Hidalgo, profesor del departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB ) y miembro de la Sociedad Española de Fisiología, ya que niveles altos de colesterol en sangre pueden desembocar en un problema cardiovascular.

El colesterol, esencial para la salud humana

"La testosterona se sintetiza a partir del colesterol", pero que se fabrique a partir del colesterol "no quiere decir en absoluto que para ingerir más colesterol vayas a fabricar más testosterona", concreta Pons.

El colesterol es una molécula imprescindible para la vida: a partir de esta “se sintetizan las hormonas esteroideas” —una familia que incluye la testosterona, los estrógenos, la progesterona o el cortisol—, entre otras moléculas, desarrolla Hidalgo. Este proceso de síntesis "está exquisitamente regulado", hecho en el que también insiste Pons, remarcando el rol esencial de la hipófisis.

Las hormonas esteroideas, entre las que encontramos la testosterona, “no se pueden almacenar por su naturaleza hidrofóbica [repelen el agua], son hormonas que se sintetizan a demanda”, clarifica Hidalgo. Esto implica, pues, que en el cuerpo humano no tenemos reservas de testosterona, y de ahí se puede deducir que, por mucho colesterol que ingiramos, si no necesitamos más testosterona —y, por tanto, la hipófisis no da la orden de aumentar su producción—, este lípido no se utilizará para tal fin.

La cara oscura del colesterol

La ingesta exagerada de colesterol puede ser problemática, puesto que “niveles altos correlacionan con problemas cardiovasculares potencialmente peligrosos”, explica Hidalgo, de la UAB. Un exceso de colesterol puede bloquear los vasos sanguíneos, propiciando así la aparición de patologías cardiovasculares o ictus [infarto cerebral]. Además, tal y como explican los Sistemas de Salud de Reino Unido (NHS), “el colesterol alto no causa síntomas”, así que muchas veces es un problema silente que no se detecta hasta que se realiza un análisis de sangre.

Así pues, no solo es que la ingesta exagerada de colesterol no se traduzca directamente en un aumento de los niveles de testosterona; sino que, además, es una acción peligrosa para la salud.

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