La azitromicina, la ivermectina y la nitazoxanida no se recomiendan para combatir el coronavirus

No existe ninguna base científica que avale los beneficios de estos medicamentos en la lucha contra el covid-19


Un mensaje que circula por Whatsapp, la autoría del cual se atribuye al genérico "los profesionales de la salud", recomienda el consumo de tres medicamentos para combatir el Covid-19: la azitromicina, la ivermectina y la nitazoxamida. La recomendación no tiene ninguna base científica, de acuerdo con los especialistas y estudios consultados por Verificat.

"Azitromicina; tomar 1 en el día a partir del tercer día -para reducir el contagio, disminuir los síntomas y prevenir la neumonía. También se pueden utilizar ivermectina o Anitta para acelerar la cura"

El mensaje, como otros que circulan en las redes y que nos habéis ido mandando* en los últimos meses, asegura literalmente que la azitromicina sirve para "reducir el contagio, disminuir los síntomas y prevenir la neumonía", mientras que la "ivermectina o Anitta se pueden usar para acelerar la curación". Juan Pablo Horcajada, Jefe de Servicio de Dolencias Infecciosas y Coordinador General Covid-19 del Hospital de Mar, considera que "recomendar masivamente estos medicamentos sin prescripción es peligroso porque puede perjudicar más a las personas, provocando efectos adversos, en lugar de beneficiarlas".

Sin evidencia científica

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que "ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta dolencia" y desaconseja la automedicación con fármacos para combatir el coronavirus. El Ministerio de Sanidad de España también asegura, en un documento titulado Preguntas y respuestas sobre el SARS-CoV-2 y el COVID-19, que todavía no existe ningún tratamiento específico para esta dolencia. 

"Los beneficios de estos medicamentos están por demostrar", explica Horcajada, en relación a la azitromicina, la ivermectina y la nitazoxanida. El coordinador general Covid-19 del Hospital de Mar asegura que, de momento, lo único que existen son hipótesis que indican que la azitromicina, un medicamento que se utiliza contra algunas infecciones bacterianas, podría tener un cierto efecto antiinflamatorio. Coincide con él Judit Villar, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas y responsable de la Unidad de Salud Internacional del mismo centro hospitalario, quien explica a Verificat en que el origen de la confusión con la azitromicina —un antibiótico que se usa para tratar diferentes infecciones bacterianas— surgió durante la primera ola de la pandemia: “Se propuso como tratamiento en combinación con la cloroquina por su efecto antiinflamatorio”. Sin embargo, emplear antibióticos de amplio espectro como este comprende riesgos porque pueden acabar seleccionando bacterias resistentes en el paciente, indica la doctora. 

Tras más de un año de pandemia, los expertos tampoco han visto que aporte una efectividad significativa. Los estudios hasta la fecha, a juicio de la doctora, son “metodológicamente muy cuestionables”. Si bien al principio se usaron porque “era lo que teníamos”, con el paso del tiempo la azitromicina se han convertido en un fármaco que se descarta completamente: “Aunque potencialmente pudiera tener efectos antiinflamatorios, no serían suficientes en el caso del covid”, concluye. 

Antiparasitario que funciona con el dengue o el zika

La ivermectina, un antiparasitario, también se propuso al inicio de la pandemia como tratamiento por su efecto antiviral; los científicos sospechaban que podía evitar la replicación del SARS-CoV-2, como se ha visto que lo hace en el caso del virus del dengue, el zika, y la fiebre amarilla. Algunos estudios, como este en JAMA, o este otro en The Lancet, han observado que podría tener un potencial efecto terapéutico. Sin embargo, tal y como explica ISGlobal en un dossier especial sobre el tema, “varios grupos han realizado revisiones a partir de datos publicados y no publicados”, lo que ha dado lugar a “mensajes contradictorios que causan confusión en el público en general, alimentan las teorías de la conspiración, y a veces dan lugar a recomendaciones y declaraciones contradictorias por parte de las autoridades políticas y sanitarias”. 

Por tanto, a día de hoy y tras más un año de análisis y ensayos clínicos, no parece haber aún datos concluyentes: “La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha emitido un comunicado desaconsejando la ivermectina, tanto para la prevención de la enfermedad grave, como para el tratamiento en la práctica clínica, y ha pedido que se siga usando en el contexto de ensayos clínicos”, concluye Villar. En otras palabras, que se siga investigando si vale o no para tratar enfermos de covid-19.

En el caso de la nitazoxanida, un antiparasitario muy conocido, aún se sigue valorando su eficacia en diversos ensayos clínicos. Un ejemplo es el estudio multinacional ‘ANTICOV’, en el que se quiere observar en África si, combinado con el corticosteroide inhalado ciclesonida, podría usarse en el tratamiento de casos leves. Que sea un estudio en el que se combinan los dos fármacos tiene sentido, porque hipotéticamente tiene dos mecanismos de acción diferentes que podrían actuar en distintas etapas de la infección: uno que es potencialmente activo durante la primera etapa de replicación viral de la infección por SARS-COV-2 y otro que disminuye la probabilidad de una etapa inflamatoria que puede comenzar unos días después. 

Sin embargo, otro estudio algo menos reciente (diciembre de 2020) sobre la nitazoxanida también ha concluido que este fármaco no resuelve los síntomas de la enfermedad leve, aunque sí que redujo la carga vírica sin efectos adversos graves.

Anna Vilella, consultora sénior del Servicio de Medicina preventiva y epidemiología del Hospital Clinic de Barcelona, considera que el error original en que podría basarse la recomendación de tomar azitromicina o ivermectina podría derivarse de la publicación de estudios científicos sin revisar que avalaban la efectividad de estos dos fármacos.

"Eran estudios que se hicieron al principio, rápidamente y con muy pocos pacientes" y que "se publicaron sin haber sido revisados" en repositorios como, por ejemplo, medrxiv.org, antes de pasar el filtro de los expertos que los tenían que evaluar. Después, añade Vilella, se hicieron otros más amplios que desmienten que, en el caso del coronavirus, la azitromicina y la ivermectina funcionaran.

Un caso único no demuestra la eficacia 

En muchos de los mensajes lo que puede ocurrir es algo similar a lo que, en palabras de Villar, ocurre con los fármacos homeopáticos: “Aquí tenemos la falacia del ‘a mí me ha ido bien’, que es un poco lo que ocurre con las pseudociencias. Por ejemplo, la gente que consume homeopatía, que dice que cuando tiene un resfriado, toma unas pastillas homeopáticas y se curan, habría que decirle que, sin tomarlas, también se curan”. 

En el caso del cóctel que nos ocupa -azitromicina, ivermectina y la nitazoxanida-, habría que observar, primero, qué tipo de persona ingirió esas sustancias: “Si es una persona sin factores de riesgo, joven, en la inmensa mayoría de los casos no habría ingresado igualmente en el hospital, no por el tratamiento, sino por cómo se desarrolla de la enfermedad”. 

Los alimentos alcalinos no eliminan el coronavirus

"Tenga en cuenta que el pH del coronavirus varía de 5.5 a 8.5. Entonces, todo lo que tenemos que hacer, para eliminar el virus, es consumir más alimentos alcalinos, por encima del nivel ácido del virus"

Al final del mensaje que analizamos en este artículo también se afirma que "el ph del coronavirus varía de un 5.5 a 8.5" y que "para eliminar el virus se tienen que consumir más alimentos alcalinos". Como ejemplo cita los plátanos, limón, aguacate o mandarina. En este sentido, Horcajada asegura que "el ph del organismo (que está en la sangre) no se puede cambiar con la ingesta de un alimento". El experto explica que hay alimentos que pueden cambiar un poco el ph de la orina "que no tiene nada que ver con el virus", pero no el ph del organismo.

"Los alimentos no pueden eliminar el virus. El virus se elimina solo, lo elimina el organismo o lo elimina un medicamento y, de momento, no tenemos este medicamento", asegura Vilella. Actualmente, precisa la doctora, la medicación que se usa contra el coronavirus no combate directamente la dolencia, sino la respuesta que provoca esta en el organismo como por ejemplo los trastornos inmunológicos y aquellos asociados a la inflamación.

El Covid no se une al oxígeno

El texto que circula por Whatsapp también asegura que el "Covid-19 se une al oxígeno, por lo tanto, la calidad de la sangre es deficiente". Tanto Vilella como Horcajada desmienten esta afirmación.

"El Covid-19 se une al oxígeno, por tanto, la calidad de la sangre es deficiente, con menos oxígeno"

"El Covid no se puede unir al oxígeno, lo que pasa es que si tienes una neumonía a causa del coronavirus puedes sufrir falta de oxígeno porque pierdes la capacidad de respirar y oxigenar la sangre", dice Horcajada. El experto señala que el problema no es que la Covid se una al oxígeno sino el hecho que se bloquee la actividad pulmonar.

Los hospitales de aislamiento no existen

Una de las afirmaciones más llamativas del mensaje es la que hace referencia a los "hospitales de aislamiento" por recomendar a los ciudadanos que sigan los mismos tratamientos que se prescriben en este tipo de centros. Los dos médicos consultados por Verificat aseguran que este tipo de hospitales no existen, al menos no actualmente en España. "No hay hospitales de aislamiento, lo que hay son áreas de aislamiento de los pacientes que sufren la Covid-19 [en los hospitales de siempre]", precisa Vilella.

El texto da consejos muy genéricos como por ejemplo tomar el sol de 15 a 20 minutos al día, beber un litro y medio de agua cada 24 horas, descansar 7 u 8 horas al día o comer harina de huevo diariamente. Prácticas, aseguran los dos facultativos, que contribuyen al bienestar de las personas con o sin Covid, pero que no tienen ninguna eficiencia demostrada para hacer frente al virus.

*Texto actualizado el día 31 de mayo de 2021 con la evidencia científica más reciente hasta la fecha