El Covid-19 no se contagia a través de las aguas residuales

Hace tiempo que circula un mensaje por Whatsapp que atribuye el presunto contagio de personas que estaban confinadas en Holanda con el hecho de que el coronavirus esté vivo y «activo» en el sistema de aguas residuales. El texto afirma que las autoridades holandesas «han descubierto que el virus [del Covid-19] está creciendo y multiplicándose en su red de canalizaciones. Es FALSO, según han confirmado a Verificat las autoridades holandesas, dos expertos de los hospitales Clínic y Vall d’Hebrón de Barcelona y uno de la empresa Aigües de Barcelona.


Hace tiempo que circula un mensaje por Whatsapp que atribuye el presunto contagio de personas que estaban confinadas en Holanda con el hecho de que el coronavirus esté vivo y “activo” en el sistema de aguas residuales. El texto afirma que las autoridades holandesas “han descubierto que el virus [de la Covid-19] está creciendo y multiplicándose” en su red de canalizaciones. Es FALSO, según han confirmado a Verificat las autoridades holandesas, dos expertos de los hospitales Clínic y Vall d'Hebrón de Barcelona y uno de la empresa Aigües de Barcelona. 

El mensaje recomienda a los ciudadanos “añadir una taza de lejía” a los “váteres, lavabos, bañeras, duchas, fregaderos”, consejos que, de acuerdo con los expertos consultados, no son eficaces en la lucha para prevenir el coronavirus.

MENSAJE DE WHATSAPP: "Por favor añadir una taza de lejía en cada canalización de vuestros váteres, lavabos, bañeras, duchas, fregaderos, etc …. Las autoridades holandesas han descubierto que el virus está creciendo y multiplicándose en el sistema de aguas residuales. Descubrieron que incluso las personas que estaban confinadas en casa cogieron el virus y decidieron analizar el agua y todo el sistema de aguas residuales y encontraron el virus activo en las alcantarillas. Pedíd a todos sus conocidos que hagan lo mismo. Todos los desinfectantes fuertes y corrosivos como Lysol pueden ejercer el mismo papel pero la lejía concentrada es la mejor opción. Que corra la voz."

Benito Almirante, jefe de enfermedades infecciosas del hospital Vall d'Hebrón, asegura que el hecho de que el virus esté presente en las aguas residuales no tiene ningún riesgo para la salud porque “el coronavirus se transmite por vía aérea y el agua no es un mecanismo de transmisión reconocido”. Así mismo lo establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad. El experto afirma que, además, los ciudadanos en general no están en contacto directo con las aguas residuales. 

“Todos los expertos dicen que el virus del Covid-19 que circula por las aguas residuales está muerto y que, por lo tanto, no puede haber contagio”, asegura Miquel Paraira, director de Calidad del agua d'Aigües de Barcelona. Anna Vilella, consultora sénior del servicio de medicina preventiva y epidemiología del Hospital Clínic, coincide con Paraira al afirmar que, al menos hasta ahora, no hay razones científicas para pensar que el virus es viable, es decir, que tiene capacidad para vivir, crecer, multiplicarse e infectar en este medio. 

Las autoridades holandesas también lo desmienten 

“Es falso […], no hay ninguna evidencia que demuestre que el virus se está multiplicando en nuestro sistema de aguas residuales”, aseguran los responsables de prensa del National Institute for Public Health and Environment (RIVM), organismo holandés referido por el ministerio de Sanidad como autoridad competente en cuanto a la investigación en este ámbito. Además, añaden estas mismas fuentes, “sería muy improbable que esto pasara porque un virus necesita un huésped [una célula] para sobrevivir y multiplicarse”. 

“El coronavirus es muy infectivo, pero ambientalmente muy frágil”

“El coronavirus no tiene las condiciones para vivir en las aguas residuales. Es un virus muy infectivo, pero ambientalmente muy frágil”, explica Paraira. Si observas la forma del coronavirus, expone el director de Calidad del agua de Aigües de Barcelona, “verás que tiene una corona con espículas hecha de material lipídico, que es muy frágil”. Estas espículas, precisa, “le sirven para engancharse al huésped, en este caso las células humanas, y le permiten ser infectivo. Cuando el virus sale del huésped, la corona se degrada y pierde infectividad”. Por eso, concluye, lo que encontramos en las aguas residuales no son espículas sino “restos de material genético de la parte interior del virus”. 

“El coronavirus accede a las aguas residuales a través de las heces de la gente infectada, pero no porque se haya multiplicado”, explican desde el National Institute for Public Health and Environment. Así lo asegura también Paraira quien, en este sentido, precisa que la fuerte carga de ácidos biliares de las heces complica mucho la supervivencia del coronavirus. 

Actualmente, el National Institute for Public Health and Environment está testando la presencia del coronavirus en varias muestras de aguas residuales. La iniciativa implicará que las aguas residuales producidas por 17 millones de personas en Holanda sean sometidas a un test.