Prevención de incendios: radiografía de las comunidades autónomas en la lucha contra el fuego

Catalunya fue de las comunidades autónomas que menos gastó en prevención de incendios en el período 2005-2022, según datos del Gobierno de España

Catalunya fue de las comunidades autónomas que menos gastó en prevención de incendios en el período 2005-2022, según datos del Gobierno de España

Un helicopter en tasques d'extinció un incendi prop de Lleo. Font: César Manso / AFP
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Nos habéis preguntado por redes sociales y a través de nuestro número de WhatsApp (+34 666 908 353) por los datos de inversión en prevención y extinción de incendios de Catalunya en comparación con las otras comunidades autónomas, y por la relación de estas cifras con la superficie quemada en cada una. ¡TE LO EXPLICAMOS!

Los datos sitúan a Catalunya entre las comunidades que menos han invertido en prevención de incendios en el período 2005-2022, si se comparan las inversiones de cada comunidad con su área forestal, según datos del Gobierno de España. No obstante, es la comunidad que más incrementó su partida en comparación con el gasto de años atrás.

En paralelo, si se analiza el área quemada por los incendios en los últimos 25 años en relación con la superficie total de cada comunidad autónoma, Catalunya es de las mejor paradas, mientras que Castilla y León, Galicia y Extremadura son las que acumulan más hectáreas quemadas. Si se mira el área quemada en función del territorio total de la comunidad, Cantabria, Asturias y Galicia son las comunidades más golpeadas con el equivalente a más de una cuarta parte de su territorio afectado.

La prevención, a la baja

Los esfuerzos en la prevención de incendios han ido bajando en los últimos años. En concreto, las comunidades autónomas, en conjunto, invirtieron en 2022 un 51% menos que en 2007, el pico de gasto en el período para el que hay datos (2005-2022). Son cifras del Gobierno de España de inversiones ejecutadas por administraciones, que provienen de informes anuales encargados a la Asociación Nacional de Empresas Forestales de España (ASEMFO). La Administración General del Estado gastó en 2022 un 67,5% menos que en 2009, cuando alcanzó su pico en el período estudiado.

Las comunidades autónomas tienen las competencias plenas en la gestión de incendios, aunque el Gobierno de España también tiene responsabilidad en “apoyar” en estas tareas, tal como explica Newtral.es, miembro como Verificat de las redes internacionales de verificadores.

Por comunidades autónomas, la comunidad con mayor gasto en prevención de incendios en el período 2005-2022 es Andalucía, con 1.143,6 millones de euros de inversión. Le siguen Castilla-La Mancha (653,2M), Extremadura (294,4M), Galicia (210,3M) y Castilla y León (207,4M). En cambio, Cataluña es la sexta comunidad con menos gasto (40,3M), solo por delante de las Islas Baleares, Cantabria, País Vasco, Asturias y Navarra.

Igualmente, si se toman los mismos datos, pero analizándolos según el área forestal de cada comunidad, Cataluña queda como la segunda comunidad con menos gasto por hectárea de bosque en todo el período estudiado (26 euros por hectárea), solo por delante de Navarra (12 euros). Las primeras posiciones las ocupan Madrid (735 euros por hectárea), Andalucía (376 euros), La Rioja (373 euros), Canarias (320 euros) y Castilla-La Mancha (219 euros).

Aunque el gasto de Catalunya en prevención de incendios haya sido pequeño en comparación con otras comunidades autónomas en el período estudiado, es la comunidad que más aumenta la partida, con un incremento del 104,3% entre 2009 y 2022. En cambio, la mayoría de las comunidades han reducido la inversión en prevención. Las comunidades que más recortan son la Comunidad Valenciana y Aragón, con una bajada del 99,6% y del 97,8% en la inversión ejecutada en prevención, respectivamente.

Estos datos de inversiones, aunque ofrecen una radiografía del gasto de las comunidades, pueden ser “muy deficientes”, según explica Ignacio Macicior, vicepresidente de ASEMFO e ingeniero forestal, a preguntas de Verificat. Macicior remarca que “cada comunidad autónoma computa como prevención y extinción cosas distintas”. Por lo tanto, no son del todo comparables.

En el caso de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, apunta Macicior, parte del gasto de prevención es financiado por los fondos europeos FEADER y FEDER, como parte de las regiones del primer objetivo del fondo, destinado a zonas con un producto interior bruto (PIB) reducido. Además, algunas comunidades como Castilla-La Mancha y Madrid computan como gasto de prevención los costes de los dispositivos de extinción de invierno. “Realmente, es una desviación de inversión en gestión forestal a gasto en estabilización de personal de extinción. Su trabajo real en invierno en prevención en el territorio es poco productivo”, puntualiza Macicior. También añade que Galicia, Asturias y País Vasco, sobre todo, tienen propietarios privados que invierten en conservación porque a cambio obtienen rentas netas, datos que tampoco están recogidos en las cifras del Gobierno de España recopiladas por ASEMFO.

Cantabria, Asturias y Galicia: las más golpeadas por los fuegos

Más allá de los gastos en prevención, ¿cuál es el impacto de los incendios en cada comunidad? Si vamos a la radiografía del último cuarto de siglo comunidad por comunidad, la que registra más hectáreas quemadas entre 2000 y 2025 es Castilla y León, con 792.867 hectáreas. Le siguen Galicia (761.285) y Extremadura (307.343). Catalunya es la octava con menos hectáreas quemadas, con 108.157 entre los años 2000 y 2025.

Ahora bien, la imagen es muy diferente si se comparan las cifras absolutas con la superficie total de cada comunidad. En el mismo período, Cantabria ha visto quemar una superficie equivalente al 35,5% de su territorio, el peor dato entre todas las comunidades autónomas. Completan los siguientes puestos Asturias, con una superficie equivalente quemada del 26,6%, y Galicia, con un 25,7%. Son cifras que quedan muy por encima de otras comunidades autónomas, como Catalunya, que ha visto quemar una superficie equivalente al 3,4% de su territorio en el mismo período.

Estos datos, distribuidos en función del porcentaje de área forestal que tiene cada comunidad, confirman que Cantabria, Galicia y Asturias tienen incidencias mucho más altas en comparación con otras comunidades con una masa de bosques igual o de mayor magnitud como el País Vasco, Catalunya, Extremadura o Navarra.

En el conjunto del Estado, 2025 es el peor año en hectáreas quemadas por los incendios desde 1994, y el quinto peor año de la serie histórica después de los años 1978, 1985, 1989 y 1994, con datos actualizados hasta el 20 de agosto. En total, se han quemado en todo el Estado más de 388.000 hectáreas.

¿Qué impacto tiene la prevención en la reducción de incendios?

Los estudios apuntan a muchos condicionantes que afectan la virulencia y las dimensiones de los incendios, y la prevención es uno de los factores que ayudan a reducir los fuegos. El informe «Changing Wildfires» publicado este año por el Comité Científico Asesor de las Academias Europeas (Easac), elaborado por 23 científicos nombrados por las respectivas academias científicas nacionales, marca la prevención como uno de los pilares en la lucha contra los incendios. El estudio identifica la prevención indirecta como un método eficaz para combatir los grandes incendios en amplias áreas. Esta estrategia busca aprovechar actividades productivas como el pastoreo y otros usos del suelo para generar un paisaje heterogéneo con agricultura, matorrales y bosques. Aun así, propone combinar las estrategias indirectas con métodos más directos, con los que el Estado financie parte de los esfuerzos para reducir la masa inflamable de los bosques, como aclarar de vegetación algunos terrenos o hacer quemas preventivas.

En la misma línea, Fernando Prieto, doctor en Ecología y director del Observatorio de la Sostenibilidad, señala en un artículo para la Fundación la Caixa la falta de prevención como uno de los factores que han propiciado olas de grandes incendios históricamente en el Estado español, junto con la falta de detección de incendios y la concatenación de períodos secos. El experto apunta a la necesidad de una gestión «sostenible de ecosistemas forestales», y cita como causantes de la falta de prevención fenómenos como la precariedad laboral, la falta de formación, y la ausencia de ganadería. También advierte que, actualmente, se priorizan los recursos a la extinción de incendios y no a la prevención.

Desde 2008 en adelante, el gasto en extinción de incendios por parte de las comunidades autónomas ha superado al gasto en prevención. En 2022, la inversión ejecutada en extinción por el conjunto de las comunidades y la administración central fue un 137,2% mayor a la inversión ejecutada en prevención, según los datos del Gobierno de España recogidos por ASEMFO.

Algunos factores que propician los incendios en el Estado son la gran cantidad de biomasa forestal con especies de árboles inflamables, un clima húmedo en invierno y seco en verano, condicionantes meteorológicos que pueden ser extremos, y otras casuísticas sociales humanas que provocan los fuegos. Lo explica Imma Oliveras Menor, directora de investigación en el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia e investigadora sénior por la Universidad de Oxford (Reino Unido), entrevistada por Verificat. En el caso del noroeste, según la investigadora, se añade que algunas zonas concentran monocultivos de plantaciones de eucaliptos o pinos que pueden quemarse más fácilmente, como también ocurre en otras partes del mundo como Chile o Australia. No obstante, como mínimo en Galicia, las primeras estimaciones sitúan los matorrales como el área que más se ha quemado, por encima de zonas con pinos o eucaliptos, según publicó el diario La Voz de Galicia.

La investigadora coincide en afirmar que España está muy avanzada en sistemas de extinción de incendios, hasta el punto de ser referente a escala mundial en este ámbito. Sin embargo, advierte que sería necesaria una gestión más «adaptativa» de los fuegos, para evitar que las masas forestales sean tan continuas y homogéneas como son ahora, después de dos décadas siguiendo la filosofía de extinción total de los fuegos sin dejar que se quemen algunas partes.

A todo esto hay que sumar el efecto del cambio climático. Un estudio recientemente publicado en la revista Nature muestra que el cambio climático agravó la propagación de la mitad de los grandes incendios forestales de la península Ibérica entre 2000 y 2021. Los autores proponen acciones «adaptativas y de resiliencia» para garantizar una «coexistencia sostenible con los incendios», una mejor gestión de la vegetación para reducir su gravedad.

*Rectificación (28/08/2025): Inicialmente, los datos de gasto en prevención por comunidades autónomas, aunque decían mostrar la suma del período 2005-2022, sumaban, en realidad, el período 2005-2020. Es erróneo. Hemos actualizado los datos al período 2005-2022, tramo total para el cual hay datos disponibles del Gobierno de España. Las conclusiones generales prácticamente no cambian, pero el gasto total de las comunidades es más alto de lo que se reflejaba al principio.