Los españoles son el perfil más frecuente en violencias sexuales en grupo, y no los marroquíes

Circulan por redes sociales mensajes que afirman que las personas con nacionalidad marroquí son “el colectivo con mayor implicación en violaciones en manada” en España. Diversos medios de comunicación y portales webs han hecho de altavoz de estas afirmaciones. Entre ellos destaca el mensaje en X de La Razón, que supera las 17.000 visualizaciones en el momento de publicación de esta verificación.

Es ENGAÑOSO. Las personas de nacionalidad marroquí son el 9,5% de los autores involucrados en violencia sexual en grupo. Son la nacionalidad extranjera más frecuente, pero las personas con nacionalidad española son, más concretamente, un 32,7% de los agresores, según datos del informe Violencia sexual ejercida en grupo. Análisis epidemiológico y aspectos criminológicos en España del Ministerio del Interior.

Los marroquíes forman el colectivo con mayor implicación en violaciones grupales en España.

Las publicaciones virales hacen referencia a una publicación del digital Nador City que dice haber utilizado datos del Ministerio del Interior. Desde Verificat hemos contactado con La Razón, pero no hemos obtenido respuesta. Tampoco hemos encontrado la publicación digital a la que se hace referencia, pero sí un informe del Ministerio del Interior de noviembre de 2024, Violencia sexual ejercida en grupo. Análisis epidemiológico y aspectos criminológicos en España (página 20) con cifras similares a las expuestas, lo que demuestra que han sido descontextualizadas.

La nacionalidad española es la más frecuente en autores de violencia sexual en grupo, que es aquella ejercida por dos autores o más, según el mismo informe del Ministerio del Interior. En total, entre 2013 y 2017 un 32,7% de los autores de violencia sexual en grupos (445 personas) fueron españoles. Los marroquíes fueron un 9,5% (129 personas), la siguiente nacionalidad más frecuente y la primera de entre el total de extranjeros. Le siguen la nacionalidad rumana (7%) y la ecuatoriana (4%).

Si bien las personas extranjeras representan el perfil mayoritario entre los autores de violencia sexual en grupo (43,4%), por encima de los nacionales españoles (32,95%) y de aquellos cuya nacionalidad se desconoce (23,6%), este dato no puede atribuirse exclusivamente a personas procedentes de Marruecos.

El informe distingue entre las agresiones sexuales ejercidas por dos personas y por tres o más. En cuanto a los datos de violencia sexual ejercida por dos autores, los marroquíes ocupan la tercera posición (6,4% del total) tras los agresores de nacionalidad rumana (8%). La lista la lideran también los agresores españoles (34,9%). 

Respecto a la violencia sexual en grupo ejercida por tres o más personas, el informe muestra que un 31% de los autores son españoles y un 12% marroquíes, que son el segundo grupo más numeroso. El conjunto de los extranjeros es un 42,2%.

La violencia de género existe por el hecho de ser mujeres

En cualquier caso, la violencia machista no es una realidad imputable a la población extranjera, como explicamos en nuestro vertical de información sobre migraciones Las Mentiras Alimentan el Odio. Según indican numerosos estudios, estos mensajes ponen el foco en los agresores extranjeros y simplifican una desigualdad con diferentes experiencias en función de cada contexto. Asimismo, es una violencia estructural (física, psicológica, laboral, etc.), como constata Naciones Unidas, que sufren las mujeres por serlo y no por su nacionalidad.  

Un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) expone que las mujeres migrantes son más vulnerables a la violencia durante, por ejemplo, las travesías hacia el lugar de destino. También aseguran que “sostener que las mujeres de determinada nacionalidad son sumisas o que los hombres de alguna nacionalidad son machistas implica incurrir en serios prejuicios”. Y añaden que este tipo de ideas “empobrecen” la “concepción de la problemática de la violencia de género y dificultan la intervención efectiva en este campo”.

Es decir, la violencia de género es un problema transversal a las distintas nacionalidades y no puede relacionarse con la inmigración. Para poder establecer una correlación entre nacionalidad y una mayor propensión a las violaciones serían necesarios estudios empíricos con rigor metodológico que aíslen otras variables que puedan influir en una mayor comisión de este tipo de delitos y permitan ver el efecto aislado de la nacionalidad sobre los delitos sexuales.