Invasión de una zona protegida y la respuesta pendiente de la UE: las principales dudas sobre la ampliación de El Prat

El proyecto depende de la respuesta de Europa ante la voluntad del Govern de catalogar la ampliación como «interés público de primer orden»

El proyecto depende de la respuesta de Europa ante la voluntad del Govern de catalogar la ampliación como «interés público de primer orden»

Aeropuerto de El Prat. Fuente: Pau BARRENA / AFP
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Varias organizaciones ecologistas han convocado manifestaciones tanto este domingo, 15 de junio, como el 28 de junio, contra la propuesta anunciada por el president de la Generalitat, Salvador Illa, para mejorar y modernizar el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat de Barcelona (adjunta a la nota de prensa oficial) es fruto de un acuerdo entre la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Transportes, con el visto bueno de la operadora pública AENA.

La reactivación de la ampliación ha generado reacciones, tanto por parte de movimientos ecologistas y partidos que se oponen al proyecto, que lo consideran «negacionismo climático», como por patronales y otras formaciones políticas que valoran que Cataluña «va tarde» con esta infraestructura. La propuesta de Illa incluye alargar en 500 metros una de las pistas del aeropuerto invadiendo una zona protegida por la red Natura 2000, que requiere todavía de la aprobación de la Unión Europea.¡TE LO EXPLICAMOS!

¿Cómo afecta la ampliación a La Ricarda?

La pista del mar del Aeropuerto de El Prat, que se prevé ampliar con el proyecto, está flanqueada por ambos lados por zonas de especial conservación, con la reserva natural parcial de Remolar-Filipinas al sur y la reserva natural parcial de La Ricarda-Ca l’Arana al norte. Como se puede consultar en las bases cartográficas de espacios naturales que proporciona la Generalitat, los humedales del Delta del Llobregat son una zona de especial conservación (ZEC) de la red Natura 2000, una red europea de alto valor de biodiversidad que está estructurada en zonas de especial protección.

Ambas reservas naturales que limitan la pista del mar tienen humedales de alto valor de biodiversidad, aunque el foco de la polémica está ahora en el lago de La Ricarda, la laguna que se vería afectada por el alargamiento de la pista.

En verd, la zona protegida del delta del Llobregat. Font: Govern
En verde, la zona protegida del delta del Llobregat. Fuente: Govern

Entre las propuestas que se han puesto sobre la mesa en los últimos años para ampliar la capacidad del aeropuerto, estaba la posibilidad de extender la pista del lado mar únicamente por la esquina que de La Ricarda. Esto implicaría atravesar totalmente el estanque de La Ricarda.

De dalt a baix, actual pista del mar a El Prat, una proposta rebutjada, i la proposta actual. Font: Govern
De arriba abajo, actual pista del mar en El Prat, una propuesta rechaza, y la propuesta actual. Fuente: Govern

Como se puede observar en los mapas de la Generalitat, la ampliación de la pista del mar hacia el norte entra en La Ricarda, afectando a una parte del estanque. Ante esto, el proyecto contempla unos “compromisos ambientales” compensatorios, como ganar cerca de 250 hectáreas de suelo renaturalizado (unas 10 hectáreas por cada hectárea afectada por la ampliación), un anillo verde en torno al aeropuerto con usos agrícolas y de protección ambiental, o alinear las emisiones de CO₂ de la infraestructura a los objetivos europeos del Green Deal y de NET ZERO en 2030. También incluye reconfigurar la ubicación de la laguna de La Ricarda para mantener la superficie de agua y compensar la parte afectada por la ampliación.

La UE y la declaración de “interés público de primer orden”

Aunque el Govern, Ministerio de Transporte y AENA se hayan puesto de acuerdo en la ampliación, el proyecto aún necesita la valoración de la Comisión Europea. Cuando se trata de modificar espacios protegidos de la red Natura 2000 que alberguen algún tipo de hábitat o especie señalada como prioritaria, la ley 42/2007 (la que incorpora a la legislación española la directiva europea 92/43/CEE para la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres en la UE) establece dos supuestos por los que se pueden modificar los límites de estas zonas (Artículo 45, punto 6): “las relacionadas con la salud humana y la seguridad pública” y “las relativas a consecuencias positivas de primordial importancia para el medio ambiente”.

Sin embargo, marca un tercer punto más ambiguo: «otras razones imperiosas de interés público de primer orden, previa consulta a la Comisión Europea». Además, obliga a las administraciones públicas competentes a tomar las «medidas compensatorias que sean necesarias» para garantizar que la «coherencia global de Natura 2000 quede protegida».

El delta del Llobregat está catalogado como zona de especial conservación de la red Natura 2000 desde el 2014. Dentro de esta protección, según detalla la información oficial de la red Natura 2000, el delta contiene decenas de hábitats naturales y especies prioritarias que tienen especial protección (recogidas en los anexos I y II de la ley 42/2007).

La consulta a la Comisión Europea es obligatoria en este caso, y está incluida en la línea de trámites que prevé el Govern en el documento explicativo del proyecto. El ejecutivo catalán detalla que será necesario el dictamen de la Comisión en relación con “las razones imperiosas de interés público de primer orden”. Naturaleza 2000 quede protegida”.

Los dictámenes son un procedimiento reglado en la Unión Europea no vinculantes, pero que sirven para alinear los objetivos de la legislación comunitaria con las acciones que realizan los Estados miembros. Aunque los dictámenes no sean vinculantes, Bruselas tiene mecanismos para instar al cumplimiento de la legislación europea, incluida la posibilidad de remitir el asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), aunque la mayoría de los casos se resuelven antes de llegar a los tribunales.

Ahora bien, antes de iniciar la nueva ampliación, Bruselas pide medidas para garantizar la adecuada protección del Delta del Llobregat. Es una petición que representantes de la Comisión trasladaron a AENA y la Generalitat de Catalunya en una reunión a principios de abril, según informó la agencia de noticias EFE. En 2021, la Comisión ya hizo llegar por carta una petición para que España adoptara las medidas necesarias para evitar un mayor deterioro del delta del Llobregat “a consecuencia de la ejecución de grandes proyectos de infraestructuras” como la ampliación del aeropuerto y el puerto de Barcelona.

Un centro internacional de conexiones

Illa, en una entrevista con RAC1 este martes, dijo que quiere convertir El Prat en un «hub» internacional de conexiones entre diferentes ciudades. Esto significa que, además de las personas que tengan como destino Barcelona, ​​también será un aeropuerto de paso como intercambiador de vuelos.

Un “hub” es un centro de operaciones donde una aerolínea concentra gran parte de su actividad para conectar vuelos de corto y medio radio con vuelos de largo radio, según explica Pere Suau-Sánchez, catedrático de la UOC, en un artículo. Por tanto, un aeropuerto por sí solo no constituye un “hub”, sino que lo hacen las aerolíneas.

Algunos “hubs” internacionales, según Suau-Sánchez, son Air France en el aeropuerto de París-Charles de Gaulle, Alitalia en Roma-Fiumicino, Emirates en Dubai o Qatar Airways en Doha.