Abel Escribà-Folch: “Las remesas potencian las democracias en los países de origen de los migrantes”

Entrevista al autor de ‘Migration and Democracy: How Remittances Undermine Dictatorships’

Entrevista al autor de ‘Migration and Democracy: How Remittances Undermine Dictatorships’

Abel Escribà-Folch

¿Quién es?

Abel Escribà-Folch es profesor e investigador en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).

¿De qué hablaremos?

Del impacto político de las remesas en los países de origen de los migrantes.

Abel Escribà-Folch (Catalunya, 1978) es profesor e investigador en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Los regímenes dictatoriales protagonizan el grueso de sus estudios: la supervivencia de sus instituciones, sus estrategias políticas o la influencia de la presión internacional.

Su trabajo ha aparecido en las revistas de ciencia política más relevantes del mundo. En 2015 dio el salto a la tapa dura con Foreign Pressure and the Politics of Autocratic Survival, galardonado con el premio 2017 Stein Rokkan Prize for Comparative Social Science Research.

Fue en 2022 cuando Escribà-Folch puso el ojo en los impactos políticos de las remesas con el libro Migration and Democracy: How Remittances Undermine Dictatorships. “En los países receptores de altos ingresos, opositores y escépticos afirman que la migración debilita los valores compartidos y obstaculiza la provisión de bienes públicos, utilizando a menudo estas afirmaciones para avivar el nacionalismo y la xenofobia y fortalecer a líderes antidemocráticos”, explica en un artículo en la revista Foreign Affairs. El investigador se plantea una pregunta tradicionalmente ignorada: la influencia de las remesas en los países de origen de los migrantes.

P: La circulación de dinero entre diferentes países tiene consecuencias económicas a ambos lados, ¿cuáles?

R: No existe una respuesta única o clara. Por un lado, existe una salida importante de remesas, de capital, normalmente del norte global. Es dinero que se va y que, por tanto, condiciona económicamente la vida de las personas que están ganando el dinero y han de enviarlo. Al otro lado, hay personas dependientes que esperan ese ingreso y esto puede generarles cierta presión. 

El impacto en la vida individual de los receptores de las remesas es importantísimo: la reducción de la pobreza. A nivel comunitario, estos recursos se socializan y se utilizan para proveer recursos. Desde comprar bienes materiales hasta proporcionar servicios que el Estado no hace de manera satisfactoria (escuelas, hospitales, alcantarillado…).

A nivel macroeconómico, puede haber una cierta presión en los precios de las monedas, porque son muchos millones los que viajan. Cuando envías dinero desde un país has de cambiar la moneda para que se reciba en el país de destino, y esto puede originar débiles fluctuaciones en los precios. De lo que no hay evidencia clara es del impacto de las remesas en términos de aceleración del desarrollo y crecimiento económico. 

P: Pasando al terreno del impacto político, ¿qué diferencia a las remesas de otro tipo de transferencias para el desarrollo que involucran, por ejemplo, a los Gobiernos?

R: Las remesas, a diferencia de otros tipos de fondos externos o transnacionales de capital o ingresos, van de manos privadas a manos privadas de diversos tipos: trabajadores, familias, colectivos… Son cantidades menos volátiles, que varían menos año tras año. Por ahora, son la principal fuente externa de ingresos de los países del sur global, superando la ayuda externa internacional o la inversión extranjera directa.

La ayuda externa fluctúa entre gobiernos y pone presión en términos del impacto político en ambos lados. A veces, hay intereses que prevalecen, como los geopolíticos, las proximidades políticas o las relaciones postcoloniales. Los gobiernos que reciben las ayudas pueden priorizar mantenerse en el poder a la mejora de la pobreza o la promoción de la democracia. Y lo mismo en caso de inversores privados que, además, pueden tener colaboraciones con personas dentro del país que también se beneficien. En definitiva, esto puede limitar el potencial de crecimiento económico y transformación política.

«Las remesas generan un beneficio marginal que puede desmovilizar el apoyo al gobierno, sobre todo en elecciones que, muchas veces, no son plenamente competitivas».

P: Y las remesas, ¿cuáles son sus beneficios en términos de democratización?

R: Las remesas permiten a la gente que las recibe mejorar, luchar o presionar por transformaciones democráticas en sus países. La participación política requiere de tiempo y, en muchas ocasiones, dinero. Por tanto, las remesas son recursos que puedes utilizar para liberarte de cierta manera, para empoderarte individualmente, para juntarlos y ponerlos en causas políticas, en organizaciones. Así se fortalecen diversos grupos frente a un Estado que tradicionalmente es más fuerte que la oposición.

Por otra parte, las remesas generan un beneficio marginal que puede desmovilizar el apoyo al gobierno, sobre todo en elecciones que, muchas veces, no son plenamente competitivas. Es decir, las personas consiguen independencia económica y no se ven obligadas a apoyar al presidente que haya en el gobierno, generalmente, cuando se trata de grupos no democráticos que compran votos. Es decir, huyen del clientelismo tradicional porque ahora al gobierno le cuesta mucho más movilizarles a su favor por estar recibiendo unos ingresos de fuera. La pobreza genera dependencia respecto al gobierno y hace que los votos sean más baratos.

P: ¿Las remesas pueden favorecer también los movimientos sociales autocráticos en entornos con un auge de discursos antidemocráticos? ¿Y en dictaduras, no puede ser también un ingreso de dinero para los favorables al régimen?

R: Lo que nosotros investigamos es cómo las remesas impactan en los contextos de países gobernados por regímenes no democráticos. Es posible que en algún caso se favorezca a perfiles no necesariamente prodemocráticos en contextos que son democráticos. Lo que sí hemos detectado con seguridad es el potencial democratizador de las migraciones y las remesas.

«Las remesas son la principal fuente externa de ingresos de los países del sur global, superando la ayuda externa internacional o la inversión extranjera directa».

P: ¿Existe alguna relación entre las personas que salen del país y la oposición al régimen democrático? Y que eso pueda influir en que las posiciones democráticas sean reforzadas en el envío de remesas.

R: Mucha gente que ha salido de un país puede haberlo hecho por motivos políticos que, a su vez, son compatibles con las motivaciones económicas. Puedo marchar como refugiado porque estoy perseguido por el régimen de diferentes maneras, por ejemplo. Hay una parte de las remesas que tiene este potencial político detrás. También hay investigaciones que muestran que, en contextos electorales, las remesas aumentan.

Igualmente, hemos discutido sobre si las remesas que se envían desde países democráticos tienen más potencial democratizador que las que se mandan de no democráticos, pero no hemos encontrado mucha diferencia. Son las remesas monetarias como tal las que tienen el efecto. Aunque si hablamos de remesas sociales, es decir, de transmisión de valores, preferencias o prácticas, es posible que sí haya un efecto no tan democrático cuando estas proceden de países que no son democráticos, tal y como han demostrado estudios de países concretos.

P: Mirando al futuro y teniendo en cuenta que las migraciones van en aumento por diferentes cuestiones, ¿nos encontraremos, por ende, ante un mundo más democratizado?

R: La respuesta es complicada. Por un lado, las remesas tienen una gran fuerza democratizadora, pero los factores que favorecen esto también están en lucha con variables que tienen un efecto contrario y que pueden haber aumentado recientemente. 

Lo que tenemos que considerar en los países del norte, los que reciben migración, es que no es que este fenómeno tenga un efecto negativo que sufras tú, sino que tiene unas ramificaciones que son buenas para ambos a largo plazo. No es solo ampliar la vida de estas personas con más dinero, sino ampliarla políticamente en sus países de origen.