Los ‘fact-checks’ del segundo Debat Verificat sobre los avances y retrocesos del feminismo

La diferente interpretación de las encuestas del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) sobre percepciones del feminismo entre jóvenes ocupó una parte del debate.

La diferente interpretación de las encuestas del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) sobre percepciones del feminismo entre jóvenes ocupó una parte del debate.

D'esquerra a dreta: Alba Alfageme, Lionel S. Delgado, Núria Flaquer, Lluc Pagès, Marina Subirats i Cristina Oriol (moderadora). A l'esquerra, la taula de verificació encapçalada per Ares Biescas. LV / Àlex Garcia
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Verificat celebró el pasado martes el segundo coloquio del ciclo Debats Verificats, con el título “Feminismo: ¿avanza o retrocede respecto al año 2000?”, donde se discutió si el impulso legislativo en materia de igualdad en las últimas décadas está en riesgo debido a la creciente polarización entre las generaciones más jóvenes.

Las voces expertas invitadas, Alba Alfageme, psicóloga y docente especializada en violencias machistas; Lionel S. Delgado, doctor en Sociología y técnico del proyecto Bróders; Núria Flaquer, abogada y responsable de la Comisión de Mujeres Abogadas del ICAB; Lluc Pagès, educador social y responsable del Servicio de Atención a Hombres (SAH) de Tarragona; y Marina Subirats, catedrática emérita de Sociología de la UAB y exdirectora del Instituto de las Mujeres, coincidieron en que ha habido avances, aunque destacaron la importancia de más investigación y nuevos enfoques para acercarse mejor a los jóvenes.

La mesa de fact-checking de Verificat presente en el acto resolvió en directo un par de errores menores, en un contexto en el que los ponentes trabajaban con una gran cantidad de datos. Por ejemplo, Marina Subirats afirmó que en la generación de jóvenes de 16 a 25 años se observa la mayor caída de apoyo al feminismo, más que en otros grupos de edad, e incluso, dijo, también entre las chicas. Sin embargo, los datos muestran que las mujeres de esta edad sí apoyan el feminismo más que otras generaciones.

Por ejemplo, la encuesta del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) sobre percepciones de la igualdad de género de 2023 recoge que, en una escala del 1 al 10 –donde 10 es sentirse muy feminista–, las mujeres de entre 16 y 24 años se posicionan, de media, en el 7,07, mientras que las mujeres en la franja de 35 a 44 años se sitúan en el 6,36.

La primera parte de la conversación tuvo los estudios del CIS como punto de referencia. En este sentido, Subirats también afirmó que la generación masculina que muestra más simpatía hacia las asociaciones feministas es la de 25 a 34 años y que, en la franja de 18 a 24 años, esta cifra bajaba cinco puntos.

Al revisar los datos –que medían el apoyo en una escala del 1 al 10–, vimos que esta caída era, en realidad, de 0,5 puntos: de 5,89 a 5,32. El dato sería correcto en términos porcentuales.

Más allá de estos comentarios realizados en directo, después del debate nos hemos dado cuenta de que había también otras correcciones interesantes a señalar:

«En el segundo trimestre de 2011, Internet supera a la televisión como principal medio de información de los españoles y españolas.»

Lionel S. Delgado, doctor en Sociología y técnico de ‘Bróders’.

No hemos encontrado datos que validen esta tesis, y las encuestas que han estudiado el consumo de noticias coinciden en señalar que este sorpasso no se produjo hasta la década de 2010. Aunque no sabemos el año exacto en que ocurrió, al menos desde 2013 –según el Instituto Reuters–, la principal fuente de noticias de la ciudadanía es Internet (incluyendo redes sociales) y, después, la televisión.

Sí hemos encontrado que, en 2021, el consumo de Internet (diferente del consumo de información) superó por primera vez al de la televisión, según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC).

Afirmaciones para un debate libre de mentiras

Otras afirmaciones correctas que se hicieron y que aportaron contexto a todo lo que se decía son las siguientes:

«El 44% de las mujeres catalanas deja de hacer cosas por miedo a ser víctima de un delito.»

Alba Alfageme, psicóloga y docente especializada en violencias machistas.

Es un porcentaje que recoge la Encuesta de Seguridad Pública de Cataluña del año 2022. Entre las situaciones que dejan de hacerse, figuran, por ejemplo, evitar ciertos barrios, no caminar por la calle de noche, no acudir a determinadas zonas de ocio nocturno o espectáculos nocturnos, o no utilizar el transporte público.

«Hablamos todo el tiempo de manosfera, pero no es nueva. El término viene de ‘man’ y ‘sphere’, y apareció por primera vez en 2009.»

Lionel S. Delgado, doctor en Sociología y técnico de ‘Bróders’.

Varios estudios coinciden en señalar que el término manosfera surgió por primera vez en 2009 en un blog y, posteriormente, se popularizó por el actor pornográfico Ion Ironwood, en un libro titulado «La manosfera: una nueva esperanza para la masculinidad».

«Las mujeres pedimos más ayuda que en 2019. Entonces, había 4.202 designaciones de abogados en la demarcación del ICAB, mientras que en 2024 fueron 9.272.»

Núria Flaquer, abogada y responsable del Consejo de Mujeres Abogadas del ICAB.

Según los datos proporcionados por el mismo ICAB, es cierto. Además, las denuncias por violencia de género no han dejado de crecer tanto en España como en Cataluña desde 2013, a excepción de 2020, durante la pandemia, y 2024, cuando las denuncias cayeron hasta niveles de 2016. En 2023 se alcanzó el máximo de denuncias desde que existen cifras, registrándose 546 denuncias diarias con un total de 533 víctimas.

“El argumentario que pretende echar abajo todos los avances de las leyes de igualdad dice que [las leyes de igualdad] no han sido eficaces porque el número de feminicidios no baja”.

Lluc Pagès, educador social. Responsable del Servicio de Atención a Hombres del Ayuntamiento de Tarragona.

Te lo explicamos. Esta afirmación ilustra uno de los argumentarios de la manosfera. Si analizamos los datos de feminicidios, en Cataluña no hay una tendencia a la baja, pero en el resto del Estado sí que han disminuido un 20% desde 2003, según datos del Ministerio del Interior.

“Hay más estudiantes universitarias mujeres que hombres”. Marina Subirats, catedrática emérita de Sociología en la UAB y exdirectora del Instituto de las Mujeres.

En 2022, las mujeres representaban el 58% del alumnado que participaba en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Por otro lado, el conocido como “efecto tijera” muestra que la proporción de mujeres disminuye en cargos de mayor posición y prestigio en la universidad: entre 2020 y 2021, solo había un 21,5% de mujeres catedráticas en la academia pública de Cataluña, según calculó Verificat.