¿Puede Salvador Illa prometer 18.500 millones de euros de inversión sin presupuestos?
De base, el crédito aprobado no puede modificarse, pero la ley contempla herramientas que en situaciones específicas lo permiten

De base, el crédito aprobado no puede modificarse, pero la ley contempla herramientas que en situaciones específicas lo permiten

¿Qué se ha dicho?
Que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, no puede prometer una inversión de 18.500 millones de euros (entre 2025 y 2030) sin haber aprobado los presupuestos.
¿Qué sabemos?
Que si se prorrogan los presupuestos, existen mecanismos contemplados en la ley de presupuestos para poder modificar el crédito. A través de transferencia, ampliación o aprobando una ley de crédito extraordinaria.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, anunció el pasado 31 de enero (minutos 20:08) en una conferencia en la Escuela Industrial de Barcelona una inversión de 18.500 millones de euros entre 2025 y 2030 en sectores estratégicos como la infraestructura y la innovación. El portavoz de Junts per Catalunya, Josep Rius, aseguró en rueda de prensa el pasado 3 de febrero que «las inversiones que anunció Illa son humo, porque sin presupuestos no puede prometer inversiones». También lo dijo la portavoz parlamentaria del grupo, Mònica Sales, el pasado 31 de enero.
La ley de presupuestos exige mantener el nivel de gasto de las cuentas del ejercicio prorrogado, pero también contempla algunos mecanismos para su modificación: a través de una transferencia de fondos, de una ampliación o aprobando una ley de crédito extraordinario. TE LO EXPLICAMOS.
«Las inversiones que anunció Illa son humo porque sin presupuestos no puede prometer inversiones«
Josep Rius, portavoz de Junts per Catalunya
En su comparecencia, Illa especificó que de los 18.500 millones de euros prometidos, 13.700 saldrían de las cuentas de la Generalitat y los 4.800 restantes serían créditos del Institut Català de Finances, la entidad financiera pública de Catalunya. Desde el Departamento de Economía y Finanzas, explican a Verificat que «se trata de un plan que se aplicará a lo largo de seis ejercicios (2025-2030), por lo que estaríamos hablando de un volumen de inversión anual de unos 2.280 millones de euros». También aseguran que «se pagará con recursos ordinarios del presupuesto», sin dar más detalle, y que «el escenario ideal», al que no renuncian, es aprobar los presupuestos, aunque aseguran que «el Gobierno prevé todos los escenarios y tiene mecanismos para garantizar que se hagan las inversiones que necesita el país».
No hay antecedentes de una inversión ejecutada de una magnitud como la que ha prometido Illa sin unos presupuestos que la sostengan: se trata de la propuesta más ambiciosa desde 2010, según informa la misma nota de prensa de la Generalitat, y antes de ese año siempre se habían aprobado los presupuestos catalanes.
La Ley de finanzas públicas de Catalunya establece que, si por cualquier motivo, el 1 de enero el presupuesto no está aprobado, se considera prorrogado automáticamente el del año anterior en sus créditos iniciales. Esta es la situación en la que se encuentra actualmente Catalunya: con los presupuestos de 2024 prorrogados ante la falta de unos presupuestos para el ejercicio de 2025.
En este contexto, no se contemplan, de entrada, ampliaciones del crédito, es decir, que no cabría el incremento de inversión que promete Illa. Sin embargo, existen mecanismos que permiten modificar este crédito en situaciones específicas. La página 16 de la ley general de presupuesto de 26 de noviembre de 2003, concreta los supuestos en los que se puede modificar un crédito inicial, y que podrían incluirse dentro de estos “recursos ordinarios” a los que hace referencia el Departamento de Economía y Finanzas.
¿Cómo modificar los presupuestos?
Entre las herramientas que puede utilizar el gobierno para modificar el crédito está la transferencia de crédito, que consiste en traspasar recursos de una partida a otra. José Andrés Rozas, catedrático experto en Derecho Financiero y Tributario en la Universidad de Barcelona, explica a Verificat que la medida «es muy restringida y se contempla a niveles muy concretos». Lo explica con un ejemplo: “en términos de comunicación, si tienes una partida destinada a comunicaciones por teléfono y resulta que necesitas más para las comunicaciones por correo, ambas del mismo ámbito, se podría transferir crédito de una a otra”.
También existe la posibilidad de ampliar el crédito. Rozas afirma que «se contempla para situaciones excepcionales como podría ser pagar indemnizaciones dictadas por sentencia, que es algo que no se puede prever y que puede requerir un crédito extra».
Por último, habría la opción de hacer una ley de crédito extraordinario, “una ‘miniley’ de presupuestos”, resume para hacerlo esclarecedor el experto. Un ejemplo es la concesión de suplemento de crédito aprobada en 2024 porque el escenario del presupuesto de 2023, prorrogado para 2024, no preveía «medidas para hacer frente a la situación extraordinaria y urgente ante la situación de sequía excepcional».
Los procedimientos para aplicar alguna de estas herramientas también son distintos. Andrés Rozas apunta que las transferencias y ampliaciones «requieren únicamente un trámite administrativo, de distinto nivel (Consejo de Gobierno, Consejero, Secretario general…) según el caso», en cambio, «un crédito extraordinario requiere aprobación en el Parlament».
La ley de presupuestos contempla en el mismo apartado otros dos mecanismos que son la Generación y la Incorporación de crédito, pero no serían mecanismos aplicables en la casuística detallada.