‘The Economist’ no ha dejado de considerar España una democracia, pero le ha rebajado la categoría de “plena” a “con imperfecciones” 

En el último informe del Índice de democracia, The Economist rebajó la calidad democrática de España de “plena” a “con imperfecciones” o “defectuosa”, pero no afirmó que España no sea una democracia.


¿Qué se ha dicho?

Aurora Madaula, diputada de Junts per Catalunya, afirmó que ‘The Economist’ ha “rebajado el índice de democracia de España” y “dice” que España no es una democracia.

¿Qué sabemos?

En el último informe del Índice de democracia, ‘The Economist’ rebajó la calidad democrática de España de “plena” a “con imperfecciones” o “defectuosa”, pero no afirmó que España no sea una democracia.

Aurora Madaula, diputada de Junts per Catalunya y secretaria segunda de la Mesa del Parlament, aseguró en una entrevista en Aquí Parlem de TVE Catalunya que The Economist ha “rebajado el índice de democracia de España” y “dice” que España no es una democracia (en el minuto 25:40).

Es engañoso. En el Índice de democracia 2021, The Economist rebajó la calidad democrática de España de “plena” a “con imperfecciones” o “flawed democracy”, pero no sacó a España de la categoría de democracias.

“[España] no es una democracia. No lo digo yo, también lo dice el informe del The Economist, que ha rebajado el índice de democracia de España”

Aurora Madaula, Junts per Catalunya

La calidad democrática de España según The Economist

The Economist elabora anualmente el Democracy Index para cuantificar la calidad democrática de los países del mundo con base en cinco aspectos: el proceso electoral y pluralismo, el funcionamiento de su gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles.

Como resultado, la media de estos parámetros permite calificar a los países como: democracia plena (entre 8 y 10 puntos), democracia con imperfecciones (6-8), régimen híbrido (4-6) o régimen autoritario (0-3). 

En el último informe, publicado en febrero de 2022 y referente a 2021, España descendió 0,18 puntos: perdió la condición de democracia plena y fue relegada a una categoría de democracia defectuosa o “flawed democracy”. Sin embargo, The Economist continúa considerando que España es una democracia con una puntuación de 7,94 sobre 10. De hecho, más adelante en la entrevista, Madaula sí hacía referencia a la categoría de democracia “plena” y matiza que “España no es una democracia plena”.

La mejor puntuación la obtuvo en la categoría de sistema electoral (9,58) y la peor, en funcionamiento del Gobierno (7,14).

El informe explicaba que el descenso de la nota de España “se debe principalmente a una rebaja en su puntuación de independencia judicial, relacionada con las divisiones políticas sobre el nombramiento de nuevos magistrados del Consejo General del Poder Judicial”. También apuntaba que “España sufre una mayor fragmentación parlamentaria, una letanía de escándalos de corrupción y un creciente nacionalismo regional en Cataluña que plantea desafíos para la gobernabilidad” (en la página 12).

The Economist también recordaba que España estuvo a punto de ser reclasificada como una democracia imperfecta en 2017, después de que su puntaje cayera “a raíz de la crisis catalana, que llevó al Gobierno central en Madrid a tomar medidas legales contra los políticos independentistas catalanes por actuar de manera inconstitucional”.

El informe de The Economist de 2017 señalaba que “el intento del gobierno nacional de detener por la fuerza el referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña el 1 de octubre y su tratamiento represivo de los políticos independentistas” habían puesto a España “en riesgo de convertirse en una ‘democracia defectuosa’” (en la página 12).

Desde que se elabora este índice (el informe lleva 13 ediciones), España siempre había sido considerada una “democracia plena” y había obtenido una puntuación de entre 8,02 y 8,45. Cuando más cerca estuvo de ser rebajada a “democracia defectuosa” fue entre 2011 y 2013, con una nota de 8,02 (solo con dos centésimas de margen).

Nos hemos puesto en contacto con el departamento de prensa de Junts per Catalunya en el Parlament preguntando por la afirmación de Madaula, pero en el momento de publicar este artículo no habíamos obtenido respuesta.

Otras democracias imperfectas o defectuosas

Junto con España, en el grupo de democracias con imperfecciones o defectuosas también se encuentran, por ejemplo, Francia e Israel (con mejor puntuación que España) y Estados Unidos, Portugal, Italia, Bélgica, India, Brasil, Polonia, Bulgaria, Croacia y Hungría, entre otros (con menos puntos que España).

Otros tres índices también consideran España una democracia

El Índice de democracia de The Economist no es el único indicador que mide el nivel de democracia. El V-Dem Institute, en su Democracy Report 2022, catalogó a España como una “democracia liberal”, con una puntuación de 0,78 sobre 1 y en el 18º lugar. Una democracia liberal, según señala un briefing paper del mismo instituto, es “la combinación de democracia electoral y adhesión a las libertades civiles, checks and balances y estado de derecho”.

Por otro lado, en su último informe, de 2022, Freedom House dio a España una puntuación de 90 sobre 100 y la consideró un país “libre”. En 2017, la nota que obtuvo España fue de 94 puntos. Este índice se calcula a partir de los “derechos políticos” (40 puntos) y de las “libertades civiles” (60 puntos) y divide los países entre libres, parcialmente libres y no libres.

Finalmente, Polity 5 considera que España es una “democracia plena” con una puntuación de 10 sobre 10 desde el año 1982 (la última actualización es de 2018). En este caso, el indicador incluye la competitividad de la participación política, la apertura y competitividad de la elección del ejecutivo y las restricciones sobre el jefe del ejecutivo.