Es falso que haya «1.600 magrebíes» empadronados en un solo piso para «cobrar ayudas» y votar a Colau

Ni la Guardia Civil ni la Guàrdia Urbana tienen constancia, y tampoco podrían votar en las municipales


¿Qué se ha dicho?

Que hay 1.600 personas empadronadas en un piso de Barcelona pero que viven en el Magreb para cobrar ayudas y votar en las elecciones municipales

¿Qué sabemos?

La Guardia Civil y la Guardia Urbana no tienen constancia. Además, las personas magrebíes sin nacionalidad española no tienen derecho a voto en las elecciones municipales

Nos habeis preguntado a través de nuestro servicio de WhatsApp por un mensaje viral que dice que "la Guardia Civil entró en un piso" en Barcelona donde "figuraban 1.600 empadronados de origen magrebí" que en realidad "vivían en Marruecos", pero que al "estar empadronados en Barcelona cobraban todas las ayudas que da el ayuntamiento y, además, pueden votar por correo en las próximas elecciones municipales”. El mensaje insinuaba que Ada Colau lo permitía para beneficiarse electoralmente.

Es FALSO. La Guardia Civil ha confirmado a Verificat que no ha entrado en ningún piso donde hubiera 1.600 personas empadronadas y que no tiene constancia de que haya existido una actuación de este tipo. La Guardia Urbana de Barcelona tampoco tiene constancia de estos hechos, según afirmó su departamento de prensa a Verificat. Además, las personas migradas del Magreb que carecen de la nacionalidad española no pueden votar en las elecciones municipales, aunque estén empadronadas.

Hace pocos días la Guardia Civil entró en un piso de la zona de Horta-Guinardó porque en ese piso figuraban 1.600 empadronados de origen magrebí. […] Sólo vivían cinco individuos, los 1.595 restantes vivían en Marruecos pero al estar empadronados en Barcelona cobraban todas las ayudas que da el ayuntamiento y además pueden votar por correo en las próximas elecciones municipales. […] Si Colau gana las próximas elecciones municipales ya podréis empezar a pensar de dónde han salido los votos […].

Los magrebíes sin nacionalidad española no pueden votar

El mensaje viral afirma que uno de los objetivos de las 1.600 personas supuestamente empadronadas en el piso es “votar por correo” en las elecciones municipales del mes de mayo, e insinúa que es una estrategia de la actual alcaldesa y candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, para ganar las elecciones. En realidad, las personas del Magreb migradas a España que no tienen la nacionalidad española no pueden votar en las municipales, ni en las urnas ni por correo, aunque estén empadronadas.

El Gobierno Español tiene acuerdos de reciprocidad con algunos estados extracomunitarios para que sus ciudadanos que estén empadronados en España puedan votar en las elecciones municipales, pero ningún país del Magreb forma parte de estos convenios. De hecho, el único país africano que forma parte es Cabo Verde, archipiélago situado al oeste de Senegal.

Las elecciones municipales se diferencian del resto de comicios porque se permite el sufragio activo -el derecho a voto- de personas empadronadas en España, pero que no tienen la nacionalidad, siempre que sean de la Unión Europea o de países con acuerdos de reciprocidad. Así lo indican el artículo 13 de la Constitución y el título tercero de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.

Según la Junta Electoral Central, a quien el Gobierno español comunica los acuerdos de reciprocidad, pueden votar en las municipales las personas empadronadas en España que provengan de los siguientes países: Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago.

Elementos de teoría de la conspiración

Éste mensaje contiene varios elementos propios de una teoría de la conspiración, de acuerdo con la clasificación de la Comisión Europea. Habla de una trama secreta de los poderosos -la alcaldesa de Barcelona- para mantener su poder, mientras que la inmensa mayoría de la gente está en la sombra. Acusa a los medios de comunicación de formar parte de la trama para ocultarla a la población y aporta supuestas pruebas falsas -la redada de la Guardia Civil- para que parezca más creíble.

Además, crea vínculos entre los supuestos hechos, llegando a sugerir que es una estrategia de la alcaldesa para ganar las elecciones, aunque se base en una premisa falsa -que las personas migradas del Magreb sin nacionalidad española pueden votar. Por último, utiliza estos “1.600 magrebíes” como víctima expiatoria o cabeza de turco.

Las teorías de la conspiración se basan en sospechas sin fundamentos para generar desconfianza entre la población, fabricando pruebas falsas para “demostrar” la existencia de una trama secreta. En los cursos de Desfake, el proyecto pedagógico de Verificat, se encuentran desarrolladas las claves para identificar una teoría de la conspiración.